A paso de
bastón: el chat Islagrande
Manuel David Orrio, CPI
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - Mientras las mesas redondas televisadas
del gobierno de Fidel Castro dedican parte de su tiempo al intento de demostrar
el carácter subversivo de unos simples radios portátiles, el mundo
real de las calles habaneras busca por todos los medios cómo comunicarse
con el exterior, cómo hacer amigos extranjeros que contribuyan a
solucionar problemas de la cotidianidad isleña, aunque estos tratos pasen
por acuerdos de prostitución masculina y femenina.
La calle real habanera se está aficionando al correo electrónico,
que ya puede emplearse en las oficinas postales de la capital si se paga el
escandaloso precio de 4.50 dólares por tres horas de tiempo de
computadora.
Muchos matrimonios van a las oficinas postales con el propósito de
comunicarse por este medio con sus familiares del exterior dado que, pese a su
precio, resulta más barato que hacerlo por teléfono.
Pero otros, principalmente jóvenes, acuden a las oficinas postales
que cuentan con esa facilidad (unas diez en La Habana) para aprovechar la
oportunidad de participar en las innumerables conversaciones del chat
Islagrande, devenido por obra y gracia del gobierno de Castro el ágora de
los buscadores. De todo aparece por allí, desde individuos que ofrecen
servicios de prostitución masculina por correo electrónico, hasta
estudiantes universitarios deseosos de hacer amistades que algún día
proporcionen una carta de invitación para viajar fuera de Cuba.
Considerando el poco acceso general al correo electrónico observable
en Cuba, llama la atención el número de personas que en La Habana
se están incorporando al chat Islagrande. Este periodista, en horas de la
madrugada, realizó un recorrido por las oficinas postales donde se brinda
el servicio y pudo constatar que en todas esas instalaciones las computadoras
estaban ocupadas por jóvenes dedicados al "chateo".
A las tres de la madrugada el chat Islagrande hierve de gente, al estilo
cubano. Ni siquiera es motivo de asombro que a tal hora más de cuarenta
personas estén incorporadas al chat, de ellas alrededor de la cuarta
parte extranjeros que ingresan al sistema, principalmente desde Estados Unidos,
México, Italia y España.
Muchos trucos se emplean para burlar al sistema y obtener más tiempo
de máquina que el otorgado por el método de tarjetas mencionado.
Pero me los callo. Sólo menciono el hecho como prueba de estar asistiendo
al existir de una suerte de informalidad informática, cualquiera diría
un pedazo de hielo del inmenso iceberg de la economía informal isleña.
Grandes complicidades, así, se crean en los mundillos ocultos del chat
Islagrande.
¿Cómo es el estilo? ¿Cómo se participa? En lo que
pudiera llamarse el ágora general, treinta o cuarenta individuos se
identifican con seudónimos. Su infinita tertulia versa, por lo general,
sobre temas eróticos. Sexo crudo, con abundancia de palabrotas cubanas
cargadas de obscenidad. Las otras conversaciones se reservan para el chateo
person to person, las cuales muestran un inmenso deseo de comunicarse, más
allá de algunos deseosos de evitar confusiones. Por ejemplo, los
italianos que participan en el chat siempre preguntan si se es hombre o mujer,
dada la identidad oculta del seudónimo. Ellos se quejan de haber pasado
por la experiencia de contactar con hombres homosexuales que se han hecho pasar
por mujeres y han iniciado con estos italianos sutiles diálogos eróticos.
Aunque algunas italianas se las traen: Cabiria dice tener orgasmos cibernéticos,
según me han traducido, pues ella se comunica en su lengua materna porque
no sabe hablar castellano.
Magic, de España, es uno de los casos más interesantes. Sus
conversaciones con cubanos son la mar de agudas e inteligentes. Y es buena
persona. Desde su país, sin haberla conocido, ayuda a una joven isleña
que es madre soltera. Uno y otra tienen contacto desde ya diez años. Su
amistad comenzó por correspondencia postal y hoy es por correo electrónico.
Magic es un anticastrista feroz, pero de pensamiento izquierdista, y en otro
momento relataré mi diálogo con él.
Las mesas redondas del gobierno de Fidel Castro acusan de subversión
por distribuir radios portátiles que no se pueden adquirir en las tiendas
dolarizadas habaneras, por la sencilla razón de que no los venden. Radios
portátiles de onda corta, quede claro. Pero en el chat Islagrande el
mundo real de las calles habaneras toma su revancha. No por gusto Fuenteovejuna
de Cuba siempre gana sus peleas.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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