Publicado el 10 de abril de 2002 en
El Nuevo Herald.
Un secuestro que terminó en tragedia marítima
Gerardo Reyes. El Nuevo Herald
Omara González no volvió a escuchar la voz del capitán
Ruskin Medrano.
La última vez que lo vio fue cuando salió de la cabina y la
miró como queriéndole decir algo.
''La única mirada fue la de él conmigo'', recordó "pero
yo no sé qué mensaje me quiso dar, era un hombre muy elegante,
Medrano, él me miro, pero fue una mirada que más nunca se me
olvidará. No sé qué mensaje me quiso dar. No supe más
entonces del piloto''.
González, entonces de 16 años, nunca quiso comentárselo
a la familia de Medrano, pero ella hoy tiene el íntimo presentimiento de
que el piloto fue asesinado en la cabina por negarse a aterrizar el avión
en una pista inadecuada.
El avión Viscount de cuatro motores de Cubana de Aviación
llevaba tres horas secuestrado desde que salió de Miami. Era el sábado
primero de noviembre. Había anochecido.
Los cuatro secuestradores del Movimiento 26 de Julio ordenaron cerrar las
cortinas de las ventanillas y prohibieron a los pasajeros hablar entre ellos.
Desde entonces González no pudo hablar con su primo Luis Sosa ni con
su abuelo Jose Manuel Atanasio Rodríguez que estaban en las filas del
frente y atrás respectivamente.
Al mando del avión, uno de los piratas, Edmundo Ponce de León,
buscaba desesperadamente una pista contigua a un complejo azucarero cercano al
pueblo de Preston, al oriente de la isla. Pero era muy corta.
Hasta ese momento, el secuestro había sido un éxito. Los
piratas lograron introducir un cargamento de armas y pertrechos al avión
sin contratiempos, tenían el dominio de la tripulación y los
pasajeros. Pero desde el punto de vista técnico la operación había
fallado estruendosamente. Un Viscount como el que volaban en ese momento
necesitaba una pista de por lo menos 1,500 metros para aterrizar y en la que
ellos pretendían colocar el avión no pasaba de 300.
Varias veces lo intentaron también en una carretera cercana, pero no
lo lograron.
Los habitantes de la región estaban alarmados con los sobrepasos a
escasa altura del ruidoso aparato.
Octavio Ortiz Padrá, director del Hospital de Preston, propiedad de
la United Fruit Company, esperaba angustiado lo peor después de ver que
el avión ''volaba por los techos'' de la casas del pueblo.
''Bajábamos y subíamos, y la gente gritaba, los niños
gritaban'', recuerda González.
Juana María Méndez Martínez, otra de las pasajeras,
quien estaba embarazada, le suplicaba a los secuestradores que no insistieran más.
Abajo, en tierra cubana, la situación también estaba
convulsionada. El gobierno de Fulgencio Batista preparaba las urnas de votación
para la mayor farsa electoral de la historia de la isla. Y Fidel Castro aceitaba
los fusiles para la ofensiva final.
González recuerda que en medio de uno de los intentos de aterrizaje,
el avión se fue a pique y se partió en dos.
"El avion cae en picada, se parte y por el hueco caigo yo al agua. Por
segundos pierdo la conciencia, pero entonces oigo los gritos de mi primo que me
buscaba''.
Recuerda que lloviznaba. "La noche estaba tan oscura que no me veía
las manos''.
El avión había caído a unos 100 metros del litoral de
la bahía de Nipe, al oriente de Cuba.
Los gritos de algunos de los sobrevivientes se escuchaban por todos lados.
Osiris Martínez, un empresario norteamericano se quejaba de que tenía
la pierna partida.
En un momento, vio a su abuelo, que flotaba todavía amarrado a la
silla.
''Me encuentro con mi abuelo, él no me dice nada, le digo sálvame,
porque como era un hombre tan alto, me dijo salvate''. Su abuelo estaba
agonizando. Cuando González ya había perdido las fuerzas para
mantenerse a flote, su primo de 12 años, un experto nadador, le llevó
la única maleta que se mantuvo en la superficie despues del accidente
porque en su interior tenía solo unas frazadas.
La muchacha estaba cubierta de kerosene y rodeada de una mancha del
combustible del avión, circunstancia que según le explicaron después
los moradores de la bahía, la había salvado de los ataques de los
tiburones.
''Empezaron a morir las personas. Se ahogaban, no tenían donde
cogerse. Se van callando, vamos quedando menos, los que van quedando nos
gritamos, qué es lo que tienes, dónde estás'', afirma González.
"Yo pensaba que la muerte era muy lenta y le di el asa de la maleta a mi
primo para que él sobreviviera''.
En ese momento escucharon el chapuceo de un remos. Unos campesinos del
litoral, a bordo de un bote maltrecho, celebraron que por fin habían
conseguido sobrevivientes.
Los montaron a ellos dos y a Martínez.
González se recuperó en el hospital de Preston durante cinco días.
Tenía un herida en el muslo.
Luego fue llevada en avión hasta Varadero. La revolución
castrista triunfó en enero.
En uno de sus viajes a Varadero, Castro citó a González a la
casa del director de Bohemia, Miguel Angel Quevedo.
Castro quería que le contara los detalles de la tragedia en la que
murieron 17 personas. González habló con desgano y fue entonces
cuando escuchó la frase que la sacudió. "Me dijo mira el
sabotaje es así, te toca ti y te tocó, yo estoy ahora con una
bomba en un cine y mi mamá llega y esta ahí, pues le tocó a
ella''.
Ese año González abandonó Cuba. Se instaló en
Miami en donde guardó discretamente no sólo los recuerdos de su
tragedia, y un rosario de cuentas de madera que le regaló su papá,
y que el mejor buzo de Cuba encontró en el fondo de la bahía, a
pocos metros de los fusiles, las granadas y los frascos de repelente R-33 que
los rebeldes de la Sierra habían encargado a Miami para que no los
picaran los mosquitos.
Perú presenta hoy la resolución sobre derechos humanos en
Cuba
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
La Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas en Ginebra
recibirá hoy oficialmente el texto de una resolución sobre Cuba
patrocinada por Perú, y respaldada por varios países
latinoamericanos, según pudo conocer El Nuevo Herald que tuvo acceso a
una copia del documento.
''Es una resolución que busca el mayor consenso posible, con un texto
fundamentalmente dirigido a buscar soluciones a la situación de los
derechos humanos en Cuba, sin quedarse en condenas puramente formales'', afirmó
el martes un diplomático latinoamericano que participó en las
negociaciones para la elaboración del documento.
La resolución, que consta de un breve preámbulo de cuatro párrafos,
tiene también cuatro puntos resolutivos que son:
"1 -- Reconoce los avances obtenidos por la República de Cuba,
en la realización de los derechos sociales de la población, pese a
un entorno internacional adverso''.
"2 -- Invoca al Gobierno de Cuba a realizar esfuerzos para obtener
similares avances en el campo de los derechos civiles y políticos, en
consonancia con las disposiciones de la Declaración Universal de Derechos
Humanos y atendiendo a los principios y normas propios del Estado de Derecho''.
"3 -- Alienta al Gobierno de Cuba a adherirse al Pacto de Derechos
Civiles y Políticos y al Pacto de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales''.
"4 -- Solicita a la Alta Comisionada que disponga el envío de un
representante personal para que su Oficina coopere con el Gobierno de Cuba en la
aplicación de la presente resolución''.
El canciller de Perú, Diego García Sayán, reveló
el martes a la emisora limeña RPP que durante varias semanas se
realizaron consultas con varios países latinoamericanos para proponerle
directamente a las autoridades cubanas esa situación, al margen de la CDH
y de cualquier resolución de condena politizada.
''Fue un tratamiento directo, horizontal entre latinoamericanos sobre el
tema de los derechos humanos y la democracia a fin de obtener algunos resultados
concretos'', afirmó el canciller. ''Lamentablemente, recibimos en días
pasados, después de consultas con las propias autoridades cubanas, una
respuesta negativa'', añadió.
Refiriéndose al texto coordinado por Perú, el canciller García
Sayán, destacó que se trata de una propuesta innovadora que surge
de los países latinoamericanos "que reconocen avances pero que también
reconocen planteamientos democráticos en un contexto de evolución
de la política internacional en que ya no hay fronteras cuando se trata
de temas de democracia y de derechos humanos''.
La iniciativa latinoamericana se produce en el marco de un creciente
conflicto diplomático entre el régimen de Fidel Castro y varios países
del hemisferio.
''La mejor manera de confrontar a este bufónico intimidador, el único
dictador existente en la región, es que alguien del hemisferio
--canadienses, argentinos, costarricenses, peruanos, uruguayos o más
apropiadamente los mexicanos-- tomen una posición y patrocinen la
resolución de condena a Cuba por sus violaciones a los derechos
humanos'', pidió el lunes el diario Los Angeles Times en un editorial.
Estados Unidos es refugio de un millar de torturadores, dice AI
WASHINGTON - (AP) -- En Estados Unidos viven por lo menos mil torturadores
de diversos países, informó el miércoles Amnistía
Internacional, y de 14 casos que identifica en un informe 11 corresponden a
personajes venidos de las Américas.
Los torturadores están diseminados por diversos estados, y los de
origen hispano tienen una preferencia por la Florida. Casi todos viven
legalmente en la nación y muchos de ellos se han nacionalizado
estadounidenses, dijo William F. Schulz, director de AI en Estados Unidos.
Schulz presentó el informe ''EE.UU.: Refugio seguro para
torturadores'', un trabajo de 178 páginas que muestra en su portada a Tomás
Ricardo Anderson Kohatsu, un mayor retirado del ejército peruano, acusado
de torturar a dos agentes de inteligencia de su propio país, Leonor la
Rosa y Mariela Lucy Barreto.
AI dijo que pese a que Barreto murió como consecuencia de las
torturas y La Rosa quedó parapléjica, Anderson Kohatsu
--involucrado en esos crímenes por las autoridades peruanas-- recibió
inmunidad diplomática del Departamento de Estado.
Indicó que la cifra del millar de torturadores proviene de fuentes
del gobierno, y que el Servicio de Inmigración y Naturalización ha
investigado a 400 de ellos.
AI dijo que, por su parte, ha identificado 150 casos de torturadores pero
publica solamente los de 14 de ellos debido a que, según Schulz, ya han
sido alertados de las demandas para su procesamiento por medio de juicios
civiles, informes de investigación u otros medios.
Entre aquellos figuran los de Armando Fernández Larios, de Chile;
Emmanuel (Toto) Constant y Carl Dorelien, Haití; Donaldo Alvarez Ruiz y
Juan Alesio Samayoa, Guatemala; Luis Alonso Discua Elvir, Juan Angel Fernández
y Juan Evangelista López, Honduras; Alvaro Saravia Marino, El Salvador y
Heriberto Mederos, Cuba.
Los otros tres son de Yusuf Abdi, de Somalia; Kelbessa Negewo, Etiopía
y Nikola Vukovi, Bosnia-Herzegovina.
Schulz dijo que ninguno de ellos ha sido judicialmente procesado debido a
que el procedimiento es muchas veces enredado por la propia administración,
ya que algunos de ellos fueron en su momento colaboradores de la CIA en sus países.
En algunos casos, Estados Unidos optó por la deportación en
lugar del enjuiciamiento, indicó.
Sandra Coliver, directora ejecutiva del Centro para la Justicia y
Responsabilidad, una organización de derechos humanos de San Francisco
que representa a algunos sobrevivientes de las torturas y que ahora son
demandantes, dijo que "esos malhechores tienen que ser llevados ante la
justicia''.
Coliver lleva casos en procesos civiles contra Armando Fernández
Larios, un ex oficial chileno que vive en la Florida y a quien se sindica como
miembro de la Caravana de la Muerte y responsable de 72 muertes tras el golpe
del general Augusto Pinochet en 1973.
Igualmente, tiene casos contra Carlos Eugenio Vides Casanova y José
Guillermo García, dos generales salvadoreños en retiro que viven
en la Florida, y a quienes se les acusa de tener responsabilidad de comando
sobre subordinados que torturaron a civiles durante el conflicto salvadoreño,
entre 1979-83. |