Familia
habanera no tiene libreta de racionamiento hace año y medio
LA HABANA, 8 de abril (José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad /
www.cubanet.org) - Funcionarios del gobierno de Fidel Castro tienen sin libreta
de racionamiento hace año y medio a una familia cubana que reside en el
poblado Managua, en La Habana.
Los integrantes del núcleo familiar son cuatro, entre ellos un bebito
de cinco meses al que no le pueden ni siquiera comprar la leche que
presuntamente le corresponde por ley hasta los siete años, pues este
producto se vende por pesos regulado por la libreta de racionamiento, y sus
padres no tienen dólares para adquirir este producto en los comercios
dolarizados, donde siempre hay leche.
La familia discriminada por los funcionarios de Managua está
compuesta por José Ramón Alvarez Hechevarría, Margarita
Aguilera Rojas y los niños Alexandre, de 12 años, y Alejandro, de
cinco meses.
El problema comenzó desde que la Dirección Municipal de la
Vivienda de Arroyo Naranjo (a la cual pertenece el poblado Managua) consideró
ocupantes ilegales a los miembros de esta familia, y por tanto no les entrega el
contrato de arrendamiento o de propiedad del inmueble que ocupan. Sin este
documento no se puede obtener en Cuba la libreta de racionamiento (llamada eufemísticamente
"libreta de abastecimiento" por los burócratas comunistas), y
sin libreta de racionamiento no se puede comprar en pesos la cuota de alimentos
que el Estado socialista le asigna a cada cubano, que son insuficientes pero a
precios razonables.
La carencia de documentación (aquí se agrega al problema que
el carné de identidad de estas personas no está actualizado en el
Registro de Direcciones, una entidad del Ministerio del Interior) impide que el
cabeza de esta familia, el señor Alvarez, pueda encontrar empleo de forma
legal, por lo que se ve obligado a ganar el sustento suyo y de su familia de
modo irregular.
La vivienda de la familia Alvarez está ubicada en San Rafael #155
entre Paraíso y Paseo, en Managua, y anteriormente perteneció a
Julia Elena Hechevarría, quien falleció en mayo de 2000 y es
reconocida legalmente como la madre del señor Alvarez.
Meses atrás la familia Alvarez iba a ser desalojada por la fuerza,
incluso con la participación de agentes de la policía, pero este
acto fue suspendido a última hora, al parecer porque Alvarez presentó
una reclamación al Instituto Nacional de la Vivienda y colocó el
caso en estado de litigio.
Por su parte, El Instituto Nacional de la Vivienda transfirió la
reclamación de Alvarez a la Dirección Provincial de la Vivienda la
que -según Alvarez confirmó- dará solución al asunto
en 90 días, pero ya han transcurrido más de 180 días y aún
no se ha materializado la esperada solución del caso.
Anteriormente, la familia Alvarez residía en la ciudad de Las Tunas,
en la provincia de igual nombre situada al oriente del país, y vino para
la capital cubana poco antes de fallecer la madre de Alvarez.
Aunque Alvarez vivió durante su juventud muchos años en el
inmueble de su madre en Managua, hasta el momento las autoridades aseguran que él
no tiene derecho a ocuparla y no tiene derecho ni siquiera a habitar en Ciudad
La Habana porque se fue a vivir con su esposa en otra provincia del país.
A los efectos de quiénes pueden residir en la capital de Cuba o no el
régimen de Fidel Castro legisló el Decreto Ley 217, para muchos
inconstitucional por las muchas trabas que se le ponen a las personas de otras
provincias que quieren o necesitan vivir en la capital. La Constitución
vigente expresa en el artículo 42, inciso 6, que los ciudadanos "se
domicilian en cualquier sector, zona o barrio de las ciudades ..."
Entretanto, la familia Alvarez trata de sobrevivir sin libreta de
racionamiento, en un país donde los alimentos y demás productos básicos
están racionados o se venden en dólares, dinero que no está
al alcance de estas personas.
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