¿Nación
de energúmenos?
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, abril (www.cubanet.org) - Un joven, de alrededor de 25 años,
conversaba con su padre y su hermano en el portal de la vivienda donde residen
en la ciudad de Pinar del Río. Cuando pasaba frente a ellos escuché
al joven: "Lo que sucede en Cuba es lo peor del mundo: mientras más
estudia uno, más energúmeno es".
Cuando se manifestó así, el joven alzó la voz como para
que todos oyéramos su punto de vista. Su expresión me hizo
meditar, por lo que recurrí al diccionario en busca del significado del
vocablo "energúmeno".
Según la Real Academia Española, energúmeno es persona
poseída del demonio, persona furiosa, alborotada.
También me enteré que el joven y su hermano son médicos
que ejercen en policlínicas de esta ciudad, y que tanto el padre de ellos
como la madre también son profesionales. ¿Por qué se expresó
así?
Casi me atrevo a asegurar que el joven se siente así, poseído
por el demonio, furioso, alborotado, en lo que él llama el peor país
del mundo porque cada día tiene que soportar que el Estado viole sus
derechos.
Entre otros atropellos, este joven, como el resto de los cubanos, sufre que
el salario no le alcanza ni para alimentarse adecuadamente ni para vestirse y
calzarse.
Tampoco puede habitar en una vivienda confortable y mucho menos a tener casa
propia.
A lo mejor no tiene ni una bicicleta para trasladarse a su centro laboral,
ni puede vacacionar en uno de los hoteles del país, pues éstos son
exclusivos de los turistas extranjeros.
En cuanto a su realización profesional, debe ver cada día las
mismas paredes sin pintura de la policlínica, el piso sucio, sin saber qué
medicamento recetarle a sus pacientes, porque en las farmacias siempre faltan
los fármacos más elementales. Tampoco puede quejarse de éstos
y otros problemas porque debe agradecer de por vida a Fidel Castro y a la
Revolución por haberse graduado de médico.
Casi toda la sociedad cubana se encuentra furiosa, alborotada, como poseída
por un demonio, porque estos males, y muchos más, la daña de una u
otra manera.
Es terrible escuchar los mismos discursos durante cuarenta y tantos años,
las mismas promesas incumplidas, ver los mismos dirigentes corruptos, los mismos
engaños del presidente del Comité de Defensa de la Revolución
de la cuadra, que vela todo lo que el gobierno señala como mal hecho,
pero que construye su vivienda con materiales que se robó en la empresa
donde trabaja, y no poder ni siquiera hacer algo para acabar este estado de
cosas porque la policía política está lista para reprimir
cualquier manifestación de la verdad.
Lo que hace la gente es emprenderla contra su semejante. Se agreden, se
gritan por cualquier cosa. Explotan, como dicen muchos cubanos, buscando una
salida al energúmeno que se acrecienta en nuestro interior.
Este joven médico de Pinar del Río siente en su fuero interno
la necesidad de cambios, casi puedo predecir que no tardará mucho en
unirse a alguna de las agrupaciones opositoras existentes en la isla. Las
condiciones que propician la inconformidad, la injusticia, las creó el régimen
de Castro.
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