Por Orlando Gutiérrez-Boronat (con asistencia
investigativa de Rafael Artigas y Ana Carbonell). Centro de Estudios para una
Opción Nacional. Publicado en
Directorio, septiembre 19,
2001.
No fue difícil el imaginarse qué enemigo común sirvió
de acicate para el encuentro entre el Líder Supremo y el Comandante en su
cumbre de Teherán en mayo de este año. Las declaraciones hechas
por Fidel Castro durante su visita a Irán resultan escalofriantes cuando
son vistas a la luz de los recientes atentados terroristas en los Estados Unidos
el 11 de septiembre pasado. De acuerdo a los reportes noticiosos, durante dicha
visita el Líder Supremo Iraní Khameini aseguró a Castro "que
Irán y Cuba pueden derrotar a los Estados Unidos aunados hombro con
hombro", a lo que Castro asintió, añadiendo que Estados
Unidos estaba "extremadamente débil hoy día", y que "nosotros
somos testigos de esa debilidad debido a nuestra cercana vecindad". En la
Universidad de Teherán y con un estrenduoso aplauso de los estudiantes y
el profesorado como telón de fondo, declaró que "El rey
imperialista caerá finalmente", (AFP, 10 de mayo, 2001).
Inmediatamente después, el Servicio de Prensa Iraní proclamó
que: "Iran y Cuba concluyen que juntos pueden derrumbar a los Estados
Unidos". (IPS, 10 de mayo 2001)
Muchos han argüido por largo tiempo que el bien documentado rol de Cuba
como auspiciador e instigador de terrorismo internacional es cosa del pasado,
algo que era parte del contexto de la Guerra Fría. Sin embargo, la
evidencia irrefutable nos indica que hasta el día de hoy:
La dictadura Castrista continúa dando refugio de una forma activa a
terroristas internacionales
La dictadura de Castro continua persiguiendo una alianza estratégica
con estados terroristas en pos de un frente anti-Occidente, y
La dictadura de Castro ha participado activamente en ataques terroristas
contra ciudadanos de Estados Unidos.
Tan recientemente como julio de 1999, Domingo Amuchástegui, antiguo
funcionario del gobierno castrista conocido por poseer información de
extrema importancia sobre el gobierno cubano escribió: "Para los
intereses de los Estados Unidos, la cercanía de la relación de
Cuba con Iraq y algunos de los más militantes grupos terroristas del
Medio Oriente es preocupante. ¿Puede Cuba ser usada para efectuar actos
terroristas contra objetivos en Estados Unidos? ¿Hay cooperación
entre Sadam Hussein y Castro en el desarrollo de armas químicas y
bacteriológicas? ¿Qué queda de la cercana cooperación
entre Castro y los más militantes grupos terroristas de la región?
(Instituto de Estudios del Medio Oriente de la Universidad de Miami, julio
1999).
La evidencia existente indica que Cuba hoy día todavía continúa
sirviendo como base para la coordinación y apoyo mutuo entre
organizaciones terroristas transnacionales. En agosto de 2001 las autoridades
colombianas arrestaron a tres individuos sospechosos de pertenecer a la banda
terrorista irlandesa del IRA que proveían entrenamiento especializado a
la organización terrorista colombiana FARC. Uno de los sujetos, Nial
Connolly, vivió en Cuba desde 1996 como el representante del IRA. (The
Times, agosto 16, 2001, BBC News, agosto 17, 2001).
Otras informaciones también indican que el territorio colombiano
controlado por las FARC se ha convertido en base de apoyo y logístico
para la internacional del terror. El periodista argentino Julio Cirino, experto
en temas de terrorismo internacional, escribió recientemente sobre una
pequeña ciudad colombiana cerca de la frontera con Venezuela, "donde
elementos provenientes del Medio Oriente", reciben documentación
colombiana falsa para proceder hacia otros lugares. En octubre de 1998 la
Interpol arrestó en Bogotá al extremista egipcio Mohamed Enid
Abdel Aal, líder de unos de los más peligrosos grupos terroristas
islamistas. Según sus declaraciones durante los interrogatorios, Abdel
Aal dijo que "su propósito era el de permanecer cinco días en
Colombia y viajar más tarde, por vía terrestre hacia Venezuela".
(El Nuevo Herald/16 de septiembre 2001)
Se supone que fue en Cuba donde el IRA estableció contacto con las
organizaciones terroristas FARC y ELN. Estas dos organizaciones, de acuerdo al
reporte del Departamento de Estado del año 2000, han "...mantenido
una presencia permanente en la Isla" Además, se cree que los
miembros del IRA estaban entrenando a los rebeldes colombianos en el desarrollo
de poderosos explosivos antipersonales destinados a la propuesta "ofensiva
urbana" de las FARC.
El régimen Castrista no solamente ha continuado proveyendo apoyo a la
organización terrorista vasca ETA, conocida por sus terribles ataques con
carros-bomba contra objetivos civiles, sino también ha intentado
torpedear públicamente esfuerzos diplomáticos para su condena. En
un asalto en 1995 por la policía francesa a escondites de la ETA,
ficheros de computadora fueron hallados que claramente indicaban que la
inteligencia cubana ayudaba a miembros de dicho grupo que eran prófugos
de la justicia española por ataques terroristas en España. De
acuerdo a dichos ficheros, el Partido Comunista Cubano "considera sus
relaciones con la ETA como "fraternales, sostenidas, estratégicas y
cada vez más profundas" (The Miami Herald, diciembre 27, 1997)
El apoyo encubierto del gobierno cubano al terrorismo en España ha
sido acompañado por intentos de protección diplomática.
Castro no solamente rehusó el unirse a otros jefes de estado
iberoamericanos en condenar al terrorismo de la ETA en la cumbre Iberoamericana
del 2000, sino también "criticó a México por su apoyo
a una declaración contra el terrorismo en la cumbre Iberoamericana de
Panamá" (The Miami Herald, noviembre 11, 2000).
La continua relación de la dictadura cubana con sanguinarios grupos
terroristas y el uso del territorio cubano y su diplomacia para su protección
ha sido por largo tiempo una de las piedras angulares de la política
exterior cubana. Tal como el reporte del Departamento de Estado norteamericano
indica, ciudadanos americanos prófugos de crímenes vinculados a
grupos radicales de los años 60, han recibido santuario del gobierno
cubano desde su creación en dicha década. Lo que resulta más
preocupante, sin embargo, ha sido el reciente intento del régimen cubano
de forjar un "frente contra Occidente" con estados terroristas de la
región del Medio Oriente.
El 18 de septiembre de 2000 en una entrevista exclusiva con la cadena
Al-Jazeera radicada en Qatar, Castro indicó que " No estamos listos
para una reconciliación con los Estados Unidos, y yo no me reconciliaré
con el sistema imperialista" Añadió que su gobierno había
defendido con éxito a Cuba contra "...una invasión cultural
occidental", haciéndole eco a una de las principales quejas de los
grupos fundamentalistas islámicos de la región. En mayo de 2001
Castro comenzó una serie de visitas a Siria, Libia e Irán. En su
discurso en la Universidad de Teherán afirmó que "...la gente
debe ser informada y despertar, para no permitir el ser ultrajados y saqueados
por Occidente" El 26 de julio de 2001, Castro celebró otro
aniversario del comienzo de su revolución marchando en La Habana al lado
del nieto del Ayatollah Khomeini.
El vínculo Irán-Cuba ha preocupado por largo tiempo a los
analistas de inteligencia y seguridad en los Estados Unidos. El coronel soviético
Ken Alibeck, antiguo segundo al mando del programa de desarrollo de armas
bacteriológicas, ha insistido por largo tiempo que el régimen de
Castro tiene este tipo de armas a su disposición. En su libro Biohazard,
Alibeck cita a su otrora jefe, el general Yuri T. Kalinin, de haberle dicho que
Cuba tenía un activo programa de armas bacteriológicas. El antiguo
Secretario de Defensa norteamericano William Cohen declaró en mayo de
1998 que: "Las actuales instalaciones científicas cubanas podían
sostener un programa de armas biológicas ofensivas, por lo menos en la
etapa de desarrollo e investigación". En octubre de 2000, el
vicepresidente cubano Carlos Lage y el viceministro de Salud iraní
inauguraron una planta de investigación y desarrollo biotecnológico
en las afueras de Teherán. Expertos en la materia expresaron dudas sobre
los supuesto objetivos médicos de dicha instalación, ya que Irán
produce el 97% de las medicinas que el país consume.
Es posible no solamente el establecer vínculos de este grupo con el
gobierno iraní así como identificar sus intereses comunes con el régimen
de Castro. Tanto Castro como bin Laden trabaja duramente en formar un frente común
para derribar a los Estados Unidos y desarrollar armas biológicas de
destrucción masiva.
En su encausamiento de bin Laden el Departamento de Justicia norteamericano
indica que la organización terrorista Al-Qaeda bajo su mando busca el "...poner
a un lado sus diferencias con las organizaciones terroristas musulmanas chíitas,
incluyendo a Irán y su grupo afiliado terrorista Hezbollah, para cooperar
contra el innato enemigo común, los Estados Unidos y sus aliados..."
El encausamiento además alega que Al Qaeda "...también ha
forjado alianzas con el Frente Nacional Islámico en el Sudán y con
representantes del gobierno de Irán, y su grupo asociado terrorista
Hezbollah". En febrero de 1998 Osama bin Laden anunció la creación
de un "frente internacional" contra los Estados Unidos. De acuerdo a
un documento obtenido por el programa de la cadena de televisión pública
norteamericana PBS "Frontline", bin Laden "considera una alianza
antiamericana con China e Irán como algo a ser considerado".
Pero puede que haya más que simplemente un vínculo iraní
entre Castro y bin Laden. En una historia fechada el 4 de marzo de 2000, la
Associated Press (AP) reportó que: "Un joven afgano que se entrenaba
este invierno en un campo de la montañosa provincia de Kunar, en el
noroeste de Afganistán, dijo haber visto hombres de Chechenia, Sudán,
Libia, Iraq, Irán, Cuba, y Corea del Norte. El norcoreano, dijo el joven
afgano, había traído consigo armas químicas, que fueron
depositadas en cuevas y en las docenas casas de barro y piedra horneadas por el
sol".
En un comunicado de prensa con fecha del 16 de septiembre de este año
el gobierno de la isla caribeña de Gran Caymán declaró que
en agosto del año pasado había detenido a tres nacionales afganos
que habían ingresado al país provenientes de Cuba con falsos
pasaportes pakistaníes.
El diario New York Times reportó en septiembre de 1998 que consejeros
del presidente Clinton le proveyeron evidencia de que "bin Laden está
buscando obtener armas de destrucción masiva así como armas químicas
para su uso contra instalaciones de Estados Unidos". ¿Es acaso mucho
que pedir el ver la afinidad ideológica entre Cuba y Al Qaeda así
como lo atractivo que el dinero de bin Laden le resulta al necesitado régimen
cubano y consecuentemente como la conjunción de estos dos factores
pudiera resultar en el peor de los escenarios?
Mientras los Estados Unidos se prepara para construir una coalición
global para un asalto definitivo en contra del terrorismo internacional debe
encarar la realidad de que el enemigo le lleva un paso de ventaja. Estadistas,
legisladores y analistas no deben soslayar los insistentes esfuerzos de Cuba
dirigidos precisamente a forjar una alianza contra Occidente. No se debe
subestimar su continuo estímulo y apoyo a las organizaciones terroristas
internacionales, o su latente capacidad para la guerra biológica así
como su propensidad de compartirla con otros estados terroristas directamente
vinculados a enemigos de los Estados Unidos.
Por encima de todo, la continua retórica violenta de Castro contra
los Estados Unidos, y el mundo occidental en general, no se debe tomar a la
ligera. No hace mucho que ciudadanos norteamericanos fueron blancos directos de
los ataques terroristas castristas. El 24 de febrero de 1996, dos aviones
civiles estadounidenses desarmados fueron derribados en pleno día
mientras volaban en espacio aéreo internacional, asesinando a tres
ciudadanos norteamericanos. Un grupo de espías cubanos en la Florida
fueron recientemente convictos de conspiración con el propósito de
asesinar ciudadanos norteamericanos, de intentar penetrar instalaciones
militares norteamericanas en suelo estadounidense, espiar a miembros del
Congreso norteamericano y proveer información sobre el Aeropuerto
Internacional de Miami.
Hacerse de "ojos vista" con Castro en la víspera de la "primera
guerra del siglo XXI", equivaldría a ignorar la alianza
nazi-fascista con el Japón un día después de Pearl Harbor.
El enemigo está a 90 millas al sur de Cayo Hueso. Y no esconde el odio
que siente hacia nosotros. |