La carrera
gratuita más cara del mundo
Jesús García Leiva / CubaNet
LA HABANA, septiembre - En Cuba existe ahora cierta modalidad de gratuidad
desconocida en otros países. Se trata de la gratuidad condicionada, en
otras palabras: si no haces lo que te pide el gobierno éste te la cobra
de algún modo.
A lo largo de mi vida, me han repetido una y otra vez que he podido estudiar
"gracias a la revolución".
Provengo de una familia pobre con cuyos recursos financieros no habría
podido asumir el costo de la licenciatura en Cibernética-Matemática
que estudié, especialidad donde la mayor parte de la bibliografía
es importada.
Si bien reconozco que, con respecto a gobiernos anteriores, en el acceso a
la educación y muy en particular en la educación superior se han
beneficiado las capas más humildes del pueblo, no veo por qué razón
tenga que sentirme agradecido por lo que considero obligación del
gobierno actual, que llegó al poder precisamente por el apoyo popular
tras las promesas de una sociedad más justa.
Lo cierto es que a cada paso los graduados universitarios chocan con trabas
impuestas por el gobierno de Fidel Castro, como el no poder ejercer la profesión
por cuenta propia, no poderse cambiar libremente de trabajo si -por ejemplo-
labora en un polo científico y desea trabajar en el turismo, o si es
graduado del pedagógico no se le permite estudiar en becas en el
extranjero tramitadas por estos profesionales. Además, a los graduados en
varias profesiones (versiones aseguran que su número aumenta) no se les
permite emigrar libremente, aún cuando el país receptor les haya
otorgado visa.
En todos los casos siempre está presente el planteamiento de que "la
revolución los formó" (a los profesionales) y por tanto se
deben a ella, que invirtió grandes recursos en su formación.
Habría que preguntarle a Fidel Castro, que tan "brillante"
análisis hizo sobre la impagabilidad de la deuda externa, cuál es
el costo de cualquier carrera universitaria en Cuba, pues somos muchos los que
estaríamos dispuestos a pagarla en aras de nuestra libertad. ¿O será
que son impagables las carreras universitarias en Cuba? ¿Por qué
temen publicar los precios?
Mucho se publicó y se publica en los medios nacionales sobre los
precios de las carreras universitarias en Estados Unidos, pero muy poco se habla
de las universidades públicas en ese país, y cuando lo hacen es
para criticar sus aspectos negativos. Tampoco se refieren al salario del obrero
medio norteamericano, de su poder adquisitivo, pero se atreven a hacer
comparaciones.
En la noche del 16 de agosto concluyó el XV Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes. La delegación cubana que fue a ese evento,
celebrado en Argelia, contó con la presencia de 223 extranjeros de 56 países,
que también son víctimas del chantaje político de la
supuesta gratuidad de los estudios. ¿Qué alternativa tenían
esos extranjeros, que estudian en Cuba, que no fuera repetir el discurso político
de Castro? Después de todo hay que ser agradecido, y en este caso es
recomendable no contradecir al gobernante cubano pues pudieran poner en peligro
la beca "gratuita" y "desinteresadamente" ofrecida por éste
para que ellos cursen carreras universitarias. Además, después de
graduados podrán hacer lo que les plazca, y hasta hablar con toda
sinceridad sobre sus verdaderas motivaciones en ese evento juvenil.
Pero en fin, cada vez son más los que solucionan su frustración
yéndose a otras partes del mundo, a países donde existe la
posibilidad de desarrollar el intelecto, donde el ejercicio de las profesiones
sea valorado en su justa medida y remunerados en consecuencia.
La gente está harta de sobrevivir, de permanecer estancada, de
recibir míseros salarios. Sueñan y quieren vivir, realizarse y, de
una vez y por todas, cancelar esa deuda infinita que es cursar una carrera
universitaria en Cuba socialista.
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