¿Cuál
es el beneficio para la población?
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, septiembre - Funcionarios de la provincia de Pinar del Río
y hasta la prensa nacional se ufanan de lo que llaman importantes inversiones en
empresas alimentarias que tienen como objetivo elevar las producciones
destinadas al mercado en dólares y a la canasta familiar.
Sin embargo, de tales inversiones no se recibe ni se recibirá ningún
beneficio.
Entre las empresas mencionadas por funcionarios y reporteros oficialistas se
encuentra Agua Los Portales, productora de refrescos y agua carbonatada
destinados a los comercios dolarizados, en los cuales sólo pueden comprar
los turistas, unos pocos nacionales que tienen acceso a ese tipo de moneda, así
como los dirigentes del gobierno y del Partido Comunista.
También se menciona al Combinado Lácteo, que recientemente
abrió una nueva línea de caramelos, cuyas producciones también
se destinan al comercio en dólares.
Otro de los ejemplos es La Cadena Cubana del Pan, que se anunció que
abrirá otros cuatro establecimientos; pero en este tipo de panaderías
sólo se puede comprar en dólares o a precios tan altos que
resultan inalcanzables para el trabajador promedio del país, que gana 249
pesos mensuales, según datos del gobierno.
De igual manera ocurre con la fábrica de conservas La Conchita cuyos
productos sólo se expenden en moneda estadounidense.
Las inversiones serán importantes, pero no tienen nada que ver con el
pinareño común. Aquí la población sigue con la
libreta de racionamiento y los platos fuertes son los llamados "embutido"
y "picadillo de soya".
Según el director de la Empresa Cárnica en esta provincia,
tanto al embutido como al picadillo de soya se le aumentó un 10 por
ciento de compuesto cárnico. No obstante, a los pinareños sólo
les consta el aumento del precio, pues al embutido le subieron un peso por libra
y setenta centavos por libra al picadillo de soya.
El director informó además que al picadillo de soya se le
agregó un nuevo conservante que posibilita mayor durabilidad. Sin
embargo, fuentes tan confiables como los consumidores del producto aseguran que
éste mantiene el mal olor y sabor, así como el color desagradable
que lo caracterizan.
Las inversiones de marras no han logrado evitar que la carne de res
racionada -a razón de una libra per cápita trimestral- sólo
se le venda a los niños hasta que cumplan los seis años, y la
leche hasta los siete.
El pueblo pinareño no se beneficia con tales inversiones, y nada
indica que se beneficiará.
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