Mauricio Vicent | La Habana. Martes, 30 de octubre de 2001.
El País, Madrid.
A Constantino de Grecia también le ha mordido la habanitis, ese morbo
o bichito tan singular que ha atacado en el pasado a famosos, príncipes y
gentes de la farándula. En esta ocasión, el protagonista,
Constantino, ha asentado sus reales en el hotel Cohiba, de la cadena Meliá,
que en estos tiempos de crisis promueve Cuba como uno de sus destinos turísticos
más seguros. Precisamente con el turismo tiene que ver el viaje del
hermano de la reina Sofía a la mayor de las Antillas. Aunque en principio
se ha tratado de una visita privada, que ha hecho con su hijo Nicolaus, el ex
monarca pidió visitar algunos islotes y polos turísticos como Cayo
Coco, Santa Lucía y la Isla de la Juventud. Así lo hizo, y nada
menos que en un helicóptero que las autoridades pusieron a su disposición
para que se hiciese una idea general de las bondades y posibilidades de las
playas cubanas. Durante su estancia de tres días en Cuba, Constantino
quiso reunirse también con el ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz, y
con Carlos Lage, vicepresidente y cerebro económico de Cuba. No fue, como
su hermana, Constantino a comer en paladares. Muchas comidas las hizo en el
Melia-Cohiba, y hay que decir que el plato que más repitió fue el
gazpacho. De beber, vino tinto de la Ribera del Duero, como el rey Juan Carlos.
El domingo, último día de su estancia en Cuba, Constantino
participó en la inauguración de la XIX Feria Internacional de La
Habana, la muestra comercial más importante que se realiza cada año
en la isla.
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