Escribe el corresponsal de la BBC en Cuba, Fernando
Ravsberg. BBC Mundo.
Martes, 30 de octubre de 2001 - 00:20 GMT
Esta semana se inauguró la XIX Feria Industrial de La Habana con la
participación de decenas de expositores de una treintena de países
y con la particularidad de que por primera vez hay una representación de
los EE.UU.
Se trata de la Federación de Productores de Arroz de los EE.UU. y
tiene la intención de recuperar el mercado de Cuba, que hasta 1962 fue su
principal cliente con compras que llegaban a las 250.000 toneladas anuales.
"Cuba ha seguido importando grandes cantidades de arroz asiático
y nuestro interés es regresar al mercado cubano", dijo a la BBC
Marvin Lehrer, representante de la USA Rice Federation.
Lehrer se mostró muy optimista y sostuvo que "muy pronto se podrían
realizar las primeras ventas de arroz a Cuba", un mercado que podría
llegar a consumir entre 500.000 y 600.000 toneladas anuales del grano.
Pérdidas millonarias
Los arroceros estadounidenses vienen presionando desde hace años a
Washington para que se levante el embargo económico. En ese frente ya se
ha logrado la aprobación de una ley que permite la venta a Cuba de
medicinas y alimentos.
La USA Rice Federation sostiene que la política de sanciones económicas
los perjudica ya que desde 1962 Cuba ha comprado 8,5 millones de toneladas de
arroz asiático por un valor de US$3.000 millones.
Marvin Lehrer asegura que, de reabrirse el mercado cubano, la isla podría
convertirse en el primer comprador, consumiendo un 20% del total del arroz
exportado por los Estados Unidos.
Para La Habana podría ser también un excelente negocio ya que
gracias al ahorro en el transporte -actualmente se trae de Asia- comprarían
un arroz de mayor calidad al mismo precio.
¿Flexibilización o retórica?
"Las leyes han cambiado y ya nos permiten comerciar con Cuba"
afirmó Lehrer a la BBC.
Sin embargo todavía parece que deberá correr mucha agua bajo
los puentes antes de que ese arroz llegue a las mesas cubanas.
El propio vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, afirmó en la feria que
en la actualidad es imposible realizar negocios con EE.UU. porque -a pesar de
los cambios legales- se mantiene una política hostil.
Lage afirmó que Washington prohíbe que se otorguen créditos
públicos o privados para hacer negocios con Cuba, además de
impedir que las mercancías cubanas se vendan en los EE.UU.
Sin embargo, Lage recalcó que la presencia de los arroceros
estadounidenses "evidencia que ése es el futuro, que tiene que
acabarse algún día lo absurdo y lo irracional y mantener
relaciones normales".
Los votos de la Florida
Decenas de empresarios de EE.UU. han pasado por Cuba durante los últimos
años en busca de negocios y muchos de ellos firmaron cartas de intención
para cuando se levante el embargo económico.
Cada año nuevos sectores económicos de los Estados Unidos se
suman a los grupos de presión que trabajan para terminar con las
sanciones que pesan sobre la isla desde hace cuatro décadas.
Sin embargo, el poder electoral de los grupos del exilio cubano de Miami
obstaculiza cualquier cambio de política respecto a la isla.
Así, el tema Cuba parece pertenecer más a la política
nacional que a las relaciones internacionales, por lo que el futuro parece estar
determinado por la fuerza que pueda ejercer cada grupo de presión.
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