El desafío
presente de los periodistas en Cuba
Lucas Garve, CPI / CubaNet
LA HABANA, octubre - Los periodistas que ejercen la labor de informar lo que
sucede en Cuba de forma independiente de los medios oficiales hemos llegado a un
hito en el camino que solamente el desarrollo profesional desde los puntos de
vista técnicos y éticos garantizará la trascendencia de tal
esfuerzo.
La necesidad de hacer realmente un periodismo de forma ágil, incisivo
y a tenor con los tiempos que corren se impone como la primera meta a alcanzar
para los comunicadores cubanos que nos llamamos independientes. Si no pasamos,
no llegamos.
Para superar la meta mencionada será necesario despojarse del lastre
originario del afán de "denuncia" y añadir creatividad
sacada de la experiencia de un lustro de desempeño oficioso.
Un periodismo analítico, escrutador, propenso a la indagación
es, sin lugar a dudas, el escalón inmediato a escalar para escapar de la
etapa "pintoresquista" en que aún se encuentra la mayor parte
de quienes pretendemos hacer prensa independiente en Cuba.
Medida acertada pudo ser la constitución de agrupaciones de
periodistas independientes. Un paso hacia ello se dio en junio de 2000, cuando
poco más de una decena de periodistas independientes se reunieron para
discutir sus problemas más acuciantes en este momento.
A resultas de aquel evento se gestó la formación de la
Federación de Periodistas de Cuba (FEPEC) mediante reuniones que se
produjeron desde agosto hasta octubre y noviembre de 2000.
Hoy, en los Estatutos de la FEPEC se pueden encontrar dos categorías
de miembros: profesionales y asociados. De esta forma, quienes colaboren con
trabajos de opinión en el ejercicio del periodismo, aunque no lo hagan de
manera profesional pueden asociarse a la FEPEC.
El objetivo primero de la FEPEC es, según sus Estatutos, el de "regular
las relaciones entre los miembros y desarrollar los propósitos acordados
sin menoscabo de la individualidad de los afiliados". Es decir, la FEPEC se
proyecta como una institución abierta y no excluyente.
Quienes participamos en el proceso de gestación de la FEPEC
pretendimos desde un inicio eliminar todo tipo de trabas de admisión
mientras se acepte lo expuesto en la Declaración Constitutiva.
El fortalecimiento de este tipo de organización constituye en Cuba un
paso de avance para la formación de la sociedad civil y secunda al
establecimiento de una autovaloración de la labor profesional de sus
miembros en tanto éstos mantengan como suyos los postulados éticos
y el nivel profesional a que aspira para sus miembros la FEPEC. Por esta razón
primordial, la FEPEC no es excluyente.
También nos hemos planteado como medida válida para el trabajo
de la federación coadyuvar con nuestros esfuerzos el disponer de un órgano
de prensa que circule al interior del país "como se estatuye en el
artículo 18 del Título Cuarto".
Este asunto es uno de los desafíos más importantes para la
prensa independiente en Cuba, pues mientras no contemos con ese órgano "donde
los periodistas puedan expresar sus opiniones sobre el devenir social y exponer
y debatir temas de interés periodístico" en la isla, no
habremos alcanzado realmente la mayoría de edad.
Otra aspiración de los miembros y ejecutivos de la FEPEC es el
desarrollo de relaciones con "individuos y organizaciones afines dentro y
fuera de Cuba y la puesta en marcha de proyectos de colaboración",
ya que garantizaríamos con estas acciones el sustento y el apoyo
solidarios a nuestra gestión asociativa.
Mediante estas gestiones, un buen número de periodistas cubanos
independientes pretendemos responder a los desafíos que nos han impuesto
las condiciones en que trabajamos y nuestros objetivos profesionales. Con la
ayuda y la experiencia de todos nuestros amigos de hoy, de todos aquellos que
nos ofrezcan su ayuda solidaria, contribuiremos con un grano de arena más
a proseguir la lucha por la libertad de expresión y el acceso a la
información en Cuba.
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