Dueño
de ti, dueño de qué, dueño de nada...
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro / CubaNet
LA HABANA, octubre - Donde todo el mundo es dueño de todo, nadie es
dueño de nada. Y eso lo sabe hasta el más necio. Creerse que uno
es dueño de lo que todos se creen dueño es no darse cuenta de que
todo es ajeno.
Donde todo el mundo es dueño de todo, reina la anarquía y la
desidia. Todo el mundo ordena y nadie obedece. El dueño manda y los demás
ejecutan, pero si todo el mundo es dueño nadie ejecuta, y donde nadie
ejecuta todos se quedan sin nada.
¿Verdad que parece un trabalenguas?
Pero a mí no se me traba la lengua. La lengua, entre otras cosas
deliciosas, se hizo para hablar, y de mi lengua -por lo menos- sí soy dueño,
aunque me hayan querido quitar mi derecho a hablar.
Y digo que en Cuba nadie es dueño de nada; o mejor dicho, todo tiene
un solo dueño. Si verdaderamente fuéramos dueños de todo no
tendríamos que pedir permiso para nada. Pero como realmente no somos dueños
de nada, tenemos que pedir permiso para todo. Y si hay que pedir permiso para
todo significa que hay un dueño de todo.
En Cuba el dueño de todo parece ser el Estado, pero el estado también
es una propiedad privada, o por lo menos, así lo ha sido durante estos
cuarenta y dos años en que un solo partido se ha adueñado de él.
Y si el partido es el dueño del Estado, y el Estado es dueño de
todo, el partido es dueño de todo. Mas si el partido ha estado en manos,
durante todos estos años, de una sola persona, esa persona es dueña
del partido, y si esa persona es dueña del partido y el partido es dueño
del Estado y el Estado es dueño de todo, esa persona es el dueño
absoluto, y nadie más es dueño de nada.
¿Verdad que parece un trabalenguas?
Y ésa es la única verdad. El discurso oficial cubano es un
trabalenguas. Lo repites de memoria o no puedes repetirlo. Quien no se lo
aprende peca y el que se equivoca peca. Así son los trabalenguas. Te lo
aprendes rápido y bien o te callas, rápido y bien. Los
trabalenguas no dan segundas oportunidades. El que perdió, perdió.
Y el pueblo cubano perdió desde el principio, porque no se dio cuenta de
que donde todo es de todos, nada es de nadie; y donde nada es de nadie, alguien
se lo apropia todo.
Y donde alguien se apropia de todo, es quien lo reparte todo, y a quien lo
reparte todo hay que agradecérselo todo y obedecerlo en todo y consultárselo
todo y con el tiempo se vuelve tu todo y como es tu todo, tú ya no eres tú,
sino parte de tu todo y entonces ni tú eres tuyo.
Y como nada es tuyo y tú no eres tuyo, tienes que pedir permiso hasta
para ser tú y cuando quieres ser tú ya no eres nada. Y no eres
nada porque tu casa te la dieron y la salud te la dieron y tu educación
te la dieron y tu historia te la dieron y tu palabra te la dieron y si quieres
ser tú, te quitan todo lo que te dieron y te dejan sin ser tú
porque tú no eres tú sino todo lo que te dieron y como lo que te
dieron es todo tú, no eres nada.
Y como ellos son un trabalenguas tú no eres más que un
trabalenguas. Y los trabalenguas traban las lenguas. Y las lenguas trabadas son
las mejores trabas para las lenguas. Amén.
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