Gerardo Arreola, corresponsal.
La Jornada, México. Martes 16
octubre 2001
La Habana, 15 de octubre. El mercado callejero de divisas repuntó
este fin de semana y llevó la equivalencia informal del peso cubano hasta
las 25 unidades por dólar, una virtual devaluación cercana a 14
por ciento.
El mercado cambiario es una de las franjas de la economía cubana que
aceptan el flujo de oferta y demanda, pero hace al menos unos cuatro años
había quedado restringido al circuito oficial, apuntalado por una
cotización estable, que sólo variaba entre los 20 y los 22 pesos
por dólar.
La reaparición del mercado callejero sigue a una acentuada baja en la
oferta de dólares estadunidenses en las casas de cambio estatales, y a
una notable caída en el turismo, aún sin cuantificar oficialmente,
que refleja el impacto de la contracción económica generalizada
tras los ataques terroristas a Estados Unidos.
La presión sobre el peso se aceleró el fin de semana, en víspera
de que entrara este lunes en vigor una decisión monetaria del Banco
Central, adoptada hace un mes y medio, pero cuyo anuncio pareció dejar
dudas entre la población y alentó indirectamente las tensiones
especulativas.
La decisión es el retiro de la circulación de la moneda
fraccionaria de dólares estadunidenses, según una práctica
internacional, "debido al alto costo asociado con su manipulación y
exportación'', dijo el Banco Central en un comunicado, difundido en
agosto pasado.
El banco garantizó suficiente moneda fraccionaria en pesos cubanos
convertibles para abastecer el mercado interno, pero se abstuvo de informar el
volumen total de circulante en dólares en el país.
A falta de mayores precisiones oficiales y en un entorno de escasez de
moneda estadunidense, la interpretación popular considera esa medida como
un aviso de dificultades crecientes para la obtención de dólares.
Cuba legalizó la tenencia y circulación de dólares
estadunidenses en 1993. Además de esa divisa, circula en el país
el peso cubano convertible, equivalente al billete verde, y el peso cubano
convencional, la moneda local.
La apertura de la economía cubana a operaciones en dólares fue
una de las medidas que adoptó la isla para sortear la aguda crisis económica
que enfrentó a principios de la década pasada, tras la caída
de la Unión Soviética.
La legalización del dólar en Cuba arrancó con una
equivalencia incomparable con los rangos actuales, pues a mediados de los años
90 el billete estadunidense llegó a venderse en 150 pesos cubanos.
La reducción de la banda cambiaria y la estabilidad mostraron en la
segunda mitad de la década los efectos de una modesta y controlada
apertura de la economía local a mecanismos de mercado y a la inversión
extranjera.
Ahora la posesión de dólares marca la frontera entre dos
grandes sectores de la sociedad, diferenciados por su acceso a bienes y
servicios de distintos tipos y calidades, donde las mejores y a veces únicas
opciones están en la canasta de productos con precios en billete verde.
De acuerdo con cálculos oficiales, cerca de 60 por ciento de los 11
millones de cubanos tiene alguna forma de recibir dólares: por envíos
de sus familiares residentes en el extranjero, por cobrar en esa divisa una
parte de su salario, trabajando en áreas como el turismo o el tabaco, o
por sus negocios propios, en el disminuido sector de economía privada,
como los restaurantes familiares o el alquiler de taxis y viviendas. |