Cuba, crecen
las dificultades
Oscar Espinosa Chepe / CubaNet
LA HABANA, octubre - En serias dificultades se encuentra hoy la llamada
locomotora de la economía cubana, el turismo, que genera más del
40 por ciento de los ingresos en la balanza de pagos de bienes y servicios: 43
por ciento en 1999, de acuerdo a informaciones del banco Central de Cuba.
La causa de estas dificultades es la caída en picada del arribo de
turistas extranjeros, provocada por los actos terroristas del 11 de septiembre
en Estados Unidos y los acontecimientos que desencadenaron. Estos hechos
perjudican a escala planetaria la actividad turística, sumándose a
ellos las afectaciones que ya se producían hace meses por la desaceleración
de la economía mundial.
Así, han cerrado total o parcialmente hoteles y otras instalaciones
para la atención a extranjeros debido a la ausencia de usuarios. Como
consecuencia de esta situación muchos trabajadores fueron enviados para
sus casas hasta nuevo aviso y cobrarán salario reducido.
En el 2001 se esperaban dos millones de turistas. En el primer semestre
arribó un millón, pero en las condiciones actuales es improbable
que se cumpla lo previsto para el año, máxime cuando la temporada
del turismo en Cuba comienza en unas semanas y no se avizoran soluciones para
los problemas que originan la crisis.
Paralelamente, resulta apreciable la disminución de las ventas en las
tiendas de artículos en divisas, las llamadas shoppings, lo que podría
indicar la reducción de las entradas de remesas en dólares y otras
monedas convertibles remitidas por los cubanos residentes en el exterior a
familiares y amigos. Este fenómeno podría estar relacionado también
con la incertidumbre observada a nivel mundial.
Las remesas son elemento vital para la economía cubana desde hace
algunos años. Aunque el volumen exacto de ellas se desconoce, organismos
internacionales como la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) lo estiman superior a los 800 millones de dólares
anuales, y para muchos especialistas constituyen el mayor ingreso neto en
divisas que recibe el país.
A estas serias dificultades en el turismo y en la entrada de las remesas se
suma la pobrísima zafra azucarera de este año, que limitó
considerablemente las cantidades comerciales del principal producto de exportación,
así como el descenso significativo de los precios del níquel en el
mercado mundial. Ambas circunstancias tornan más sombrías las
perspectivas del comercio exterior cubano.
Ciertamente, la cotización del petróleo se redujo en las últimas
semanas, lo que es un factor beneficioso, aunque todavía se mantiene muy
alta para las mermadas disponibilidades financieras cubanas.
Para una nación que como Cuba reforzó su dependencia del
exterior a través del turismo, las remesas y las inversiones extranjeras,
mientras mantiene la política de fuertes restricciones a la laboriosidad
y al poder creativo de los ciudadanos, la coyuntura desfavorable entraña
peligros enormes. Los primeros síntomas ya se sienten.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|