La principal fuente de ingresos en dólares de la isla amenaza con
una caída del 25%
Mauricio Vicent | La Habana.
El País. Domingo, 14 de octubre de
2001
Las autoridades no quieren sembrar la inquietud, pero tampoco ocultan la
gravedad de la crisis que se avecina. La caída de la principal fuente de
ingresos en dólares de Cuba ha sido en la última quincena de un
10% y se prevé que pueda alcanzar un 25% en un futuro próximo. Las
consecuencias repercuten en gran parte de la población; no sólo
desaparecen puestos de trabajo en la hostelería, sino que también
se ve afectado el pequeño sector privado autorizado y pueden reducirse
sensiblemente las remesas de dinero que envían los exiliados a sus
familias.
'Éramos pocos y parió Catana'. El refrán criollo
cubano, que viene a decir que para los pobres no escampa, sale de la boquita de
una de las camareras del principal bar del hotel Meliá Cohiba, el emblema
de la cadena Sol Meliá en Cuba, que gestiona 21 establecimientos y el 15%
de la capacidad hotelera de la isla caribeña. 'Hasta hace un mes aquí
las ventas eran de 1.600 dólares diarios (300.800 pesetas); hoy, cuando más
hacemos, son de 700 (131.600 pesetas). Y de las propinas ya ni hablamos: antes,
en un buen día nos llevábamos 12 dólares (2.256 pesetas);
ahora, ni cinco', cuenta la empleada.
El Cohiba es un reflejo de lo que ha pasado en el sector turístico
cubano tras los atentados del pasado 11 de septiembre en Estados Unidos: en las
últimas semanas el hotel ha cerrado 11 plantas y unos casi doscientos
trabajadores han sido enviados a sus casas. 'La situación es similar en
otros hoteles de La Habana, aunque lo que más se ha resentido son los
polos turísticos de playa como Varadero y Cayo Coco', comenta un
funcionario de un grupo hotelero.
Los hoteles están semivacíos y las propinas brillan por su
ausencia
Las autoridades no quieren sembrar la alarma, pero tampoco ocultan la
magnitud del descalabro que puede avecinarse para la isla, habida cuenta de que
el turismo es en la actualidad la principal fuente de ingreso de dólares
del país.
El año pasado viajaron a Cuba casi 1.800.000 turistas, y la previsión
era de que en éste se llegase a los dos millones de turistas y a
aproximadamente 2.000 millones de dólares (376.000 millones de pesetas)
de ingresos brutos en el sector, de los 5.000 millones (940.000 millones de
pesetas) que Cuba obtiene anualmente por sus exportaciones.
'Estas previsiones ya difícilmente se podrán alcanzar',
asegura un funcionario de turismo, que pone la siguiente cifra sobre la mesa: en
la primera quincena de octubre la caída ha sido del 10%, pero las
perspectivas son que esa cifra podría llegar hasta un 25 % en el futuro más
cercano.
Algunas de las cadenas hoteleras cubanas, como Horizontes, han decidido
cerrar o remodelar algunos de sus hoteles en peor estado después de los
atentados. Es el caso del hotel Capri, en el centro de La Habana, clausurado la
semana pasada. 'En términos macroeconómicos, más allá
de la crisis que pueda provocar la resaca del 11 de septiembre, el golpe que ha
sufrido el turismo en Cuba afecta a buena parte de la población', explica
un economista cubano. 'En el sector turístico trabajan casi 100.000
cubanos, una parte de los cuales ahora serán enviados a casa con el 60%
del salario en pesos. Y en la práctica no resuelve nada, pues viven casi
exclusivamente de las propinas'.
La crisis también se hace sentir en el pequeño sector privado
autorizado. Algunos restaurantes privados trabajan casi exclusivamente para
pagar los impuestos, mientras que los más conocidos han perdido clientes
e ingresos. 'En un mes nuestras ventas se han reducido en un 30% o más',
comenta Enrique Núñez, dueño del paladar Fresa y Chocolate.
Lo mismo ha ocurrido con los arrendadores privados de cuartos o viviendas, unos
11.000, y con los taxistas particulares. Es previsible, además, que las
remesas de dinero que envían a sus familias los exiliados -unos 800
millones de dólares (150.400 millones de pesetas), según fuentes
no oficiales- se reduzcan sensiblemente.
El golpe que ha sufrido el turismo en Cuba afecta a una buena parte de la
población
Pese a todo, las autoridades cubana tratan de ser cautas. 'Todavía es
pronto para saber cómo repercutirá lo sucedido. Nos mantenemos
optimistas y esperamos tener una temporada de invierno favorable', aseguró
la semana pasada el ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz. El Gobierno cubano
confía en que, a la larga, la situación se equilibre, pues a Cuba
no vienen casi viajeros norteamericanos. El principal emisor de turismo es Canadá,
seguido de Italia, España, Alemania y México.
Además, piensan los funcionarios cubanos consultados, el Caribe podría
finalmente beneficiarse de un desplazamiento del flujo turístico que
hasta ahora optaba por los países árabes hacia esta zona. Pero lo
cierto es que en Cuba han empezado de nuevo los apagones, los hoteles están
semivacíos y las propinas brillan por su ausencia.
[El ministro cubano de Defensa, Raúl Castro, presidió ayer un
multitudinario acto político celebrado en la ciudad de Bayamo, al este de
La Habana, y en el que más de 150.000 personas se pronunciaron en contra
del terrorismo, informa Efe. Todos los oradores coincidieron en condenar el
terrorismo en todas sus manifestaciones, a raíz de la destrucción
de las torres gemelas de Nueva York y el ataque contra la sede del Pentágono
en Washington. Pero los cubanos se pronunciaron también contra de la
guerra desatada por el Gobierno de EE UU contra Afganistan, donde estaría
escondido el saudí Osama Bin Laden, considerado por las autoridades
norteamericanas el principal sospechoso.]
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