Por Carlos M. Estefanía,
Cuba Nuestra.
El sábado 13 de octubre, como parte del programan de cine latino que
se presenta en el museo de Arte Modernos de Estocolmo (Moderna Museet), fue
exhibida la película cubana "Fresa y Chocolate" del extinto
director Tomas Gutiérrez Alea. La ocasión se hizo propicia para
dar a conocer al público la existencia de bibliotecas independientes en
Cuba.
La dirección del Museo cometió el desatino de permitir la
presentación del filme por la señora Eva Björklund. Se trata
de una señora vinculada a la Asociación Sueco-Cubana, aparato
encargado de propagandizar en Suecia al régimen imperante en Cuba. Con
sus palabras, Björklund trató de distraer la atención de los
espectadores del mensaje fundamental de la película; la manera en que es
empujado al destierro quien asume una posición crítica contra el
sistema en la isla. Sin embargo, el filme superó con su subversión
intrínseca el discurso diversionista de la "presentadora".
Afortunadamente a la función asistió un grupo de liberales
suecos que trabajan intensamente en el respaldo del movimiento democrático
interno en Cuba. Entre ellos se encontraban buenos conocidos del movimiento
opositor; Fredrik Malm, líder de la Juventud liberal Sueca, Erik
Jennische, responsable del proyecto de ayuda a la democratización de la
isla desarrollado por el Centro Internacional Liberal Sueco (SILC) y Anita
Hagelbeck, miembro del Stockholm County Council, organismo por el que se
gobierna la provincia de Estocolmo. Los tres han estado en Cuba en misión
de respaldo al movimiento democrático interno y dentro de él al
proyecto de bibliotecas independientes.
Conocedor del filme, Jennische redactó en vísperas de la
función el texto de una proclama que fue entregada por los liberales a
quienes acudían al salón- En ella se podía leer:
"¡Claro, la chica tendrá un Vargas Llosa!
En el film Fresa y chocolate de se describe cuan difícil es conseguir
los libros de Mario Vargas Llosa en Cuba. Igualmente difícil es obtener
los libros de George Orwell, Astrid Lindgren, Doris Lessing y Jung Chang, por no
hablar de los escritores cubanos que viven fuera de Cuba.
Desde 1998 se han abierto cerca de 100 bibliotecas libres (independientes)
en Cuba, ellas le dan acceso a los cubanos a libros que no se encuentran en las
bibliotecas estatales y que el ministerio de cultura cubano no importa.
El SILC y LUF [iniciales de la juventud liberal sueca] apoyan las
bibliotecas libres [independientes] entre otros, con libros de Vargas Llosa,
Lindgren y Orwell. Dé un aporte al giro postal: 55 13 35-3 'Bibliotecas
libres de Cuba´"
En un recuadro se podía leer el artículo 39 de la constitución
cubana, según el cual la creación artística en Cuba es
libre en tanto su contenido no fuera contra la Revolución. Más
abajo, a la izquierda, bajos las iniciales del la Juventud Liberal Sueca, el
eslogan: "Libertad-no solo en Suecia". A la derecha, bajo las
iniciales de SILC, se leía la frase: "Apoyo a la democracia y los
derechos humanos".
Las proclamas también fuero colocadas un una mesa del salón,
en el que la Asociación Sueco Cubana había colocado su revista "Kuba"
junto a otras propagandas y una lista de subscripción, allí también
aparecieron. Subrepticiamente, ejemplares de la revista democrática; "Cuba
Nuestra".
Un detalle interesante; en el catálogo editado por el museo, la película
"Fresa y Chocolate" fue presentada como una "comedia". Sin
embargo, la señora Björklund le negó ese carácter en
su introducción. Evidentemente no le hace la menor gracia una obra que
cuestiona el sistema que por 35 años ha defendido la Asociación
Sueco Cubana, y así lo demostró su rostro, pétreo durante
toda la presentación. Quienes si rieron de lo lindo, durante la proyección
fueron los liberales, identificados plenamente con las más ocurrentes
críticas que hacía al comunismo cubano, de una forma abierta o
simbólica, Diego el personaje disidente; reían ante detalles que
dejaban impávidos al resto de los presentes, precisamente de aquellos
que casi subliminalmente transmite el filme y que sólo los cubanos de la
isla, o quienes conozcan su realidad, pueden captar al dedillo.
Estocolmo, 13 de octubre de 2001 |