Publicado el 3 de octubre de 2001 en
El Nuevo Herald
Miedo antiyanqui
J.R. GARCIA / Carta de Cuba. La Habana.
El gobierno de Cuba desarrolla una campaña para desestimar la
seguridad de los cubanos que viven en los Estados Unidos. En las Mesas Redondas
de la televisión oficial y en los programas de comentario de la red
nacional de radio, se indica que "la comunidad cubana exiliada puede ser
arrastrada por la furia xenófila de los norteamericanos'', a raíz
de los atentados terroristas a New York y Washington.
Un corresponsal extranjero comentó a Carta de Cuba que "es increíble
cómo el gobierno está tratando de vestir de Lobo Feroz a la dolida
población norteamericana''.
María Miranda López, jefa de personal de un departamento de la
Academia de Ciencias, comentó, muy asustada, que "temía por
la vida de su familia en Miami''.
Según los "analistas de prensa'' de Castro, la inseguridad de
los inmigrantes legales de la isla se manifiesta en la nueva política de
inmigración lanzada por el presidente Bush. "Todos los cubanos, sean
residentes legales o no, pueden ser acusados de terroristas'', indicó
Luis Sexto, un comentarista de Radio Rebelde, que teme por su familia miamense.
Otro conocido periodista,
Renato Recio, declaró en la Mesa Redonda del canal Seis, que "la
intolerancia del pueblo norteamericano puede poner en peligro la vida de los
ciudadanos de origen cubano radicados en el sur de la Florida''.
Otro aspecto especulado por los medios de comunicación del gobierno
se refiere al inminente reclutamiento de los jóvenes cubanoamericanos,
quienes serán utilizados como "carne de cañón'' en la
guerra.
Conmemoran el derribo de avión
Pablo Alfonso.
Un cuarto de siglo después que un avión de Cubana de Aviación
fuera volado en pleno vuelo, cerca de Barbados, el gobierno cubano planea
conmemorar por primera vez, ese bárbaro acto terrorista, que costó
la vida a 73 personas que viajaban en el vuelo CU-1201, el 6 de octubre de 1976.
Las actividades programados por La Habana, tienen como marco propicio la
conmemoración de la lucha contra el terrorismo internacional, encabezada
por Washington luego de los ataques terroristas perpetrados contra Estados
Unidos el pasado 11 de septiembre.
Precisamente esa circunstancia es la que provoca pensar que, aprovechando la
coyuntura actual, el régimen de Fidel Castro quiere "arrimar la
brasa a su sardina''. En los últimos 25 años, el castrismo no
conmemoró ninguno de esos aniversarios. Razón para pensar si esta
conmemoración que se anuncia ahora, es una genuina manifestación
de recordación y duelo, o una demagógica expresión de
oportunismo político.
La Asamblea Nacional del Poder Popular convocó para mañana una
sesión extraordinaria, "con el objetivo de rendir honores a las
inocentes víctimas de ese abominable crimen''.
Asimismo, el diario Granma informó que para el sábado 6 de
octubre está prevista una multitudinaria concentración en la Plaza
de la Revolución de La Habana, con el mismo objetivo.
Por lo pronto el aniversario de la voladura del avión de Cubana, ha
servido de ocasión al embajador de Cuba ante Naciones Unidas, Bruno Rodríguez
de la Parrilla, para criticar al Consejo de Seguridad de ese organismo, que en
1976, desestimó una propuesta de condena presentada entonces por Cuba.
"En contraste, el Consejo de Seguridad acaba de adoptar, después
de rápidas y poco transparentes negociaciones, una Resolución que
ordena a los estados modificaciones legislativas urgentes, exige informes
inmediatos y crea una especie de Estado Mayor Antiterrorista'', afirmó
Rodríguez de la Parrilla refiriéndose a la resolución
aprobada el viernes por Naciones Unidas.
Al intervenir el lunes ante la Asamblea General que examina el tema del
terrorismo, el embajador cubano expresó su interés de recordar
ante ese organismo "la memoria de 3,478 cubanos que murieron como
consecuencia de agresiones y actos terroristas, y el reclamo dejusticia de 2,099
cubanos incapacitados a causa de ellos''.
"Podemos declararlo así con toda la fuerza moral que nos da el
hecho de que nuestras finanzas son transparentes y nuestros bancos no atesoran
ni lavan dinero mal habido; de que nuestras instituciones no venden ilegalmente
información o tecnologías, ni toleran el tráfico de armas
ni sustancias peligrosas; ni nuestras fronteras amparan el crimen
transnacional'', agregó luego.
Ante tan enfática declaración sólo albergo un deseo: ¡Ojalá,
que así sea!
E-mail:palfonso@herald.com
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