El enemigo
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad / CubaNet
LA HABANA, octubre - En 1962 el mundo estuvo cerca de la guerra devastadora
por la presencia de misiles soviéticos en territorio cubano. Años
después Fidel Castro dijo que no sólo estuvo de acuerdo en que los
cohetes fueran instalados en la isla, "sino que estuvimos en desacuerdo con
que se los llevaran".
En 1968 apoyó la invasión soviética a Checoslovaquia.
Guerrillas del gobierno de Cuba o apoyadas por éste estuvieron activas en
varios países latinoamericanos. Aunque Castro era presidente de los Países
No Alineados, cuando la Unión Soviética invadió a Afganistán,
por cierto país no alineado, el gobernante cubano no dijo ni una sola
palabra de censura.
Castro también estuvo a favor de la posible invasión a Polonia
cuando el pueblo de ese país comenzó a enfrentarse abiertamente al
sistema comunista. Esto quedó implícito en el informe al segundo
congreso del Partido Comunista de Cuba.
Además, tropas cubanas participaron durante años en varias
contiendas bélicas en Africa.
Sin embargo, ahora Castro asegura que está contra la guerra, a favor
de la paz, y que la violencia engendra violencia.
Pero en 1996 dos avionetas que supuestamente venían a soltar
papelitos sobre territorio cubano fueron pulverizadas por aviones de combates,
sus cuatro tripulantes murieron. Dos salvadoreños que pusieron bombas en
territorio cubano -las de uno explotaron y las del otro no- están
condenados a muerte. La cantidad de personas fusiladas por actos contra la
seguridad del Estado se desconoce, pero se afirma que es extremadamente alta.
El régimen de Castro dice que está contra el terrorismo, pero
critica y censura la decisión del presidente George W. Bush de dar la
respuesta adecuada a los terroristas que sembraron muchas muertes y dolor el 11
de septiembre en los Estados Unidos de América. A su vez, una fotografía
del principal sospechoso de esos actos, Osama bin Laden, apareció con
aspecto tan angelical en el periódico Granma que, de no ser por el gorro,
se le puede confundir con la Santa Faz.
Los medios de prensa cubanos, todos propiedad del Estado socialista, tratan
de demostrar que Estados Unidos cometería la mayor de las injusticias si
dan respuesta bélica a los terroristas del mundo, al mismo tiempo que
tratan de presentar a Bush como presidente incapaz y hombre cobarde.
Por otro lado, el régimen de Castro se negó a firmar la
declaración de condena de los países iberoamericanos a los actos
terroristas contra Estados Unidos, alegando que esos países no han
condenado los hechos terroristas que en otros momentos han ocurrido contra Cuba.
Es la teoría de "lo mío primero", como si el momento no
fuera de buscar unanimidad contra algo tan injustificable como lo es el
terrorismo.
Aunque es evidente que la actitud del pueblo cubano ha sido y es de
consternación y de condena a los terribles actos terroristas contra
Estados Unidos, en la calle se han escuchado algunos comentarios poco
edificantes como por ejemplo el de que "es una reacción lógica
de los árabes porque le han tenido la bota puesta encima durante mucho
tiempo".
Las palabras de los que emiten estas opiniones son siempre tan parecidas que
dan la impresión, la tremenda impresión de que fue orientada de
alguna manera o de que es la "bola" echada a rodar por no se sabe quién.
Si se lee entre líneas -a veces no tan entre líneas- los periódicos
nacionales, se recibe la idea de que Estados Unidos es el responsable de lo
sucedido el martes 11 de septiembre de 2001 por su política "prepotente"
hacia el mundo.
Resulta evidente que los gobiernos de Estados Unidos nunca van a quedar bien
con el régimen de Castro, aunque lógicamente -y por suerte- a ese
país parece no interesarle tal cuestión.
De todas formas, para el régimen totalitario de Castro el enemigo
siempre será Estados Unidos de América. Esto lo demuestra la
historia de estas últimas décadas.
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