Ella me habló
de otras
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org) - Estaba en la iglesia. Es delgada y
triste. Le colgaba del cuello una foto de su hijo. Se llama Iris Sánchez
Almaguer. Tiene cincuenta años. Lucha por la libertad de los presos políticos
y de conciencia en Cuba.
Su hijo, Guillermo Renato Rojas Sánchez, sufre prisión por los
delitos de desacato, atentado y desórdenes públicos. Seis años
fue la condena que impusieron los jueces. En dos años y cuatro meses ha
recorrido las cárceles El Típico de Las Tunas, Cuba Sí de
Holguín, Playa Manteca también de Holguín, y ahora se halla
en la cárcel provincial de Holguín. Nunca ha estado cerca de La
Habana, donde reside su familia. "Es como si quisieran condenarnos a
nosotros también", me dijo Iris.
Renato Guillermo tenía apenas veinte años cuando decidió
irse de Cuba. No resistía más. Por una Playa de Puerto Padre abordó
una embarcación. Fue apresado y cumplió un año y tres meses
de prisión por el delito de salida ilegal del país. Ya después
no pudo contener su aversión por el régimen cubano y se opuso
abiertamente. Esta vez la condena fue más severa.
Cuando vi a Iris, con la fotografía de su hijo colgándole del
cuello, recordé a las madres de la Plaza de Mayo. Me le acerqué y
le pregunté quién era el joven del retrato. "Mi hijo",
me respondió. "Está preso". Luego me contó.
"Somos un Comité de madres pro amnistía de los presos políticos
y de conciencia. Lo fundamos el 14 de mayo de 2000. Alrededor de treinta madres
lo integramos. La presidenta es Isabel Ramos Martínez, la vicepresidenta
Noris Durán Durán y yo soy la organizadora. Aquí no se
puede, como en Argentina, acudir a una plaza. Seríamos víctima de
las Brigadas de Respuesta Rápida o sabe Dios de qué otras
atrocidades. Nos tenemos que conformar con asistir, con las fotos, a las
iglesias y a todas las actividades que la oposición interna prepara en
pro de la liberación de los presos de conciencia. Les hemos enviado
cartas al Comité Central del Partido Comunista, a la Dirección del
Ministerio del Interior, al Tribunal Supremo Nacional, a varios presidentes de
otros países, nos reunimos en La Habana con algunos parlamentarios de la
Unión Europea, pero nuestros familiares se mantienen en las cárceles".
Y no hay señales de que el gobierno cubano se apiade de estas madres
y de estos hijos que cumplen prisión por el simple hecho de no estar de
acuerdo. Caridad Peña, Ana Luisa López, Bertha Soler, Aurora
Albitur, Ana Aguililla, Esther Martín, entre otras muchas, siguen, con
las fotos al cuello, inventando, casi de la nada, algún alimento y algún
aliento que llevarle a sus hijos a las cárceles lejanísimas.
En la misma iglesia donde encontré a Iris Sánchez Almaguer me
hinqué frente a la imagen de Jesucristo y le rogué que la ayudara,
que las ayudara en su calvario.
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