Reprimen a
reclusos que colaboraban en la denuncia de tratos crueles
CAMAGÜEY, 15 de noviembre (Normando Hernández, CPIC / CubaNet) -
El terror implantado por la policía política y los funcionarios de
la cárcel Kilo Siete han causado el total aislamiento de los activistas y
colaboradores del Presidio Político Pedro Luis Boitel en la provincia
Camagüey, expresa un informe de esa organización.
La carta, enviada a la Fundación Cubana de Derechos Humanos, está
firmada por el recluso Martín Hernández Ramos, y explica los
traslados y otras medidas aplicadas para impedir que se denuncien los tratos
crueles que sufren los reclusos en Kilo Siete.
"Estoy en medida de seguridad. Todo el que se me acerca es víctima
de las represalias de los militares. Los presos me miran como al Job de la
Biblia", se lee en el escrito de Hernández Ramos.
De acuerdo al documento, sacado clandestinamente de Kilo Siete y fechado el
12 de noviembre, todos los reclusos que colaboraban con el Presidio Político
fueron trasladados a otros centros penitenciarios, desmantelando así una
amplia red de información que los prisioneros habían organizado.
"Hermanos y colegas, el gran cómplice de la tiranía no ha
sido nunca la palabra, ha sido siempre el silencio. No atacar al despotismo es
la manera cobarde de defenderlo, no denunciarlo es auxiliarlo, estar cerca de él
sin herirlo es la manera vil de protegerlo, y proteger el crimen es mil veces
peor que cometerlo. Por eso, la palabra es un deber y el silencio un crimen",
dice la declaración, que fue redactada y leída por el Presidio Político
dentro de Kilo Siete.
El recluso Hernández Ramos no se viste con ropa de preso, la que usa
es blanca. El pide que se haga saber la necesidad imperiosa que tiene de un
short y un par de zapatillas de ese color, pues en este momento anda en
chancletas.
Otro informe proveniente de ese penal indica que los prisioneros de Kilo
Siete hacen un llamado a la opinión pública internacional y a la
Comisión de Derechos Humanos de la ONU para que emprendan acciones
efectivas en favor de los reclusos cubanos.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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