Después
de Michelle sigue el mal tiempo
Amarilis Cortina Rey, Cuba-Verdad / CubaNet
LA HABANA, noviembre - El huracán Michelle ya es historia; sin
embargo, sus efectos sólo empeoraron las malísimas condiciones que
afrontaba la sociedad cubana antes del paso del meteoro, sociedad devastada
principalmente por el mal gobierno del régimen de Fidel Castro.
Casas derrumbadas y propiedades muebles perdidas agravan el estado de los
que fueron afectados por el huracán, pero lo peor de todo es que quizás
nunca más ellos recuperen sus bienes, al menos mientras exista el
gobierno actual.
Pero, la propaganda política del gobierno de Castro asegura lo
contrario. Según algunos portavoces gubernamentales "nada ni nadie
quedará desprotegido, ni desamparado". No obstante, estas palabras
no coinciden con lo que sucede en la realidad.
Por ejemplo, Al señor Alberto Marín Quintero, de 40 años
y vecino de finca San Juan, en El Cangre, Güines, provincia Habana, el
ciclón Lily le arrancó en 1996 el techo de la casa y parte de las
paredes.
Marín reveló que en aquel entonces los funcionarios locales
del Poder Popular le prometieron que le entregarían materiales para que él
mismo reparara su vivienda. "Esa promesa nunca se materializó",
señaló el hombre.
De acuerdo al testimonio de Marín, éste decidió
escribir al Consejo de Estado para que le proporcionaran los materiales con que
reparar el inmueble. La respuesta de esa entidad fue informarle por escrito: "Su
caso ha sido informado al Poder Popular Provincial".
"Todavía espero por los materiales. En todos estos años sólo
he escuchado las justificaciones de los funcionarios a los que les he planteado
el problema", precisó Marín.
Después de Michelle el hombre vive en condiciones infrahumanas: "Actualmente
me encuentro viviendo dentro de un contenedor ubicado en el patio de lo que fue
mi casa, ya que este huracán se llevó lo que quedaba de ella".
Sin embargo, Marín dice que no se dará por vencido: "Voy
a insistir en que me den los materiales para reconstruir mi vivienda. ¡Quizás
con el huracán Michelle tenga mejor suerte!"
Este no es un caso aislado. Muchas personas, principalmente en provincias
del interior del país, que han perdido sus casas o parte de ellas por
diferentes desastres naturales aún esperan por la ayuda del gobierno, que
controla todos los materiales de construcción.
Ramón Guillermo Medina, residente de Aguada de Pasajeros, en la
provincia Cienfuegos, informa que en esa zona hay muchas personas cuyos
inmuebles fueron afectados por el ciclón Lily.
"Pero ninguno de ellos ha recibido ayuda para que reparen sus casas",
afirmó Medina.
Durante períodos de lluvias intensas o temporadas ciclónicas
es frecuente escuchar expresiones como ésta: "Yo no voy para un
albergue ni aunque la casa me caiga en la cabeza, porque una vez que estás
en uno de esos lugares ¿cuándo sales de allí?"
Miles y miles de familias que hace años se ven obligadas a residir en
albergues porque perdieron sus viviendas aún esperan por el techo
prometido. Hay casos de mujeres que fueron embarazadas, dieron a luz, sus hijos
ya son adolescentes y siguen albergadas junto a sus familias.
El mal tiempo en Cuba sigue después de los huracanes, porque reparar
la vivienda, sustituir el equipo electrodoméstico roto, conseguir
alimentos, medicinas, ropa, calzado, pasta dentífrica, jabón de
tocador, detergente o cualquier producto básico es una verdadera
pesadilla en este país hace casi 43 años.
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