Mauricio Vicent | La Habana.
El País. Miércoles, 27 de
junio de 2001
El bolero más largo del mundo ya está en el Guinness. Su tamaño:
76 horas ininterrumpidas, durante las cuales subieron a escena nada menos que
480 artistas cubanos y 70 extranjeros, de Colombia, México, Venezuela y
Puerto Rico. El escenario de este superbolero fue el club habanero El Gato
Tuerto, situado en el corazón del Vedado. El Gato abrió sus
puertas el pasado jueves, poco después de las diez de la noche, y las
cerró el lunes, cuando faltaban unos minutos para las tres de la
madrugada. Fue el colofón de la 15ª edición del Festival
Internacional Boleros de Oro, que se celebró en Cuba la semana pasada.
Tristezas, considerado como el primer bolero -compuesto en el siglo pasado por
el cubano Pepe Sánchez-, fue la pieza escogida para la arrancada, y después
de esta melodía emblemática se escucharon 4.872 interpretaciones y
2.175 boleros diferentes. El jurado internacional fue encabezado por el musicólogo
cubano René Pérez Valdés y estuvo integrado por 15
periodistas y representantes del libro Guinness, quienes se encargarán de
la homologación del récord. El presidente del comité
organizador del festival, José Loyola, calificó lo sucedido de
'proeza', cuyo antecedente más reciente se recuerda hoy como 'el son más
largo del mundo', realizado hace cuatro años, durante 90 horas, con las
orquestas más populares de Cuba. El último bolerista en subir a
escena fue el cubano Mundito González, acompañado del guitarrista
Rey Montesinos. Este festival Boleros de Oro estuvo dedicado a Puerto Rico y a
uno de los intérpretes del género de ese país, Daniel
Santos, y contó con Andy Montañez como invitado especial. Montañez
compartió escenario en Santiago de Cuba con el trovador cubano Elíades
Ochoa y en La Habana ofreció un concierto con Omara Portuondo, la dama
del disco Buena Vista Social Club.-
Celia Cruz, Lucrecia y Albita comparten su salsa en 'Pasión cubana'
El saxofonista Paquito D'Rivera dirige mañana el espectáculo
en Madrid
Manuel Cuéllar | Madrid. Miércoles, 27 de junio de 2001
Llegó pidiendo agua. El termómetro pasaba de los 35 grados en
Madrid, y Celia Cruz no quería azúcar, sino líquido
elemento. La cantante cubana, acompañada de Lucrecia, Albita, Paquito
D'Rivera y el cantautor portugués Vitorino, presentó ayer Pasión
cubana, un concierto que les reunirá mañana, a las 22.00, en la
sala madrileña La Riviera, y el próximo sábado, en el
Coliseu lisboeta.
El espectáculo Pasión cubana reunirá mañana en
el mismo escenario (las entradas cuestan 4.200 pesetas) no sólo a la
mujer que se dio a conocer como la vocalista de la Sonora Matancera. El cartel
se completa con Lucrecia, a la que ya se le atribuye la herencia musical de
Cruz; Albita Rodríguez, una de las cantantes favoritas de Fidel Castro,
al menos hasta que abandonó la isla rumbo a Miami en 1993; y, como
maestro de ceremonias y al mando de una orquesta formada por 15 músicos
cubanos, el saxofonista Paquito D'Rivera, uno de los protagonistas de la película
Calle 54, dirigida por Fernando Trueba. Más aún. La iniciativa
quiere ser un puente tendido entre Cuba, España y Portugal, por lo que
también actúan el cantautor portugués Vitorino y la
bailaora Sara Baras como invitada española.
Todos los artistas, salvo Baras, se sentaron ayer en la misma mesa para
presentar el espectáculo, pero el acto se desarrolló más
como una reunión informal de músicos decidiendo el repertorio, o
como una tremenda fiesta en la que corrieron mojitos y daiquiris. Abrió
el fuego Paquito D'Rivera: '¿Cómo no me iba a parecer apasionante
este encargo, si se trata de estar entre flores ?'. La réplica de Cruz no
se hizo esperar: 'Paquito, me vas a dirigir y también va a ser la primera
vez que suba al escenario con Lucrecia. Pero lo mejor es poder volver a España,
porque el año pasado me rompí la patica y no pude actuar'. Por
alusiones, contestó Lucrecia: 'Estoy entusiasmada y llena de buenas
vibraciones. Por fin podré disfrutar del glamour de Celia y de esa
vitalidad que tiene'. Y entonces fue cuando se lanzó el grito de guerra:
'Yo lo que tengo es ¡¡Azúcarrrr!!, alegría pa' todos los
cuerpos y mucha agua', gritó Cruz, aliviada de los calores por el aire
acondicionado de la sala.
'Esta iniciativa viene a confirmar que el arte bueno trasciende todas las
fronteras. Estoy encantada de estar en el escenario junto a estos monstruos de
la canción. Feliz como una lombriz', dijo Albita Rodríguez. 'Y
fabulosa como una lechosa', le respondió Cruz.
Paquito D'Rivera llegaba de Nueva York, donde el día anterior había
ofrecido un concierto en el Bacon Theatre; el resto de artistas también
llegaba desde el extranjero. Pero el cansancio no pudo con su buen humor. Se les
preguntó si a este concierto se le podría poner la etiqueta de unión
de músicos que han abandonado la isla. No hubo respuestas subidas de
tono. 'Usted puede sacar a un cubano de Cuba, pero nunca a Cuba del corazón
de un cubano. Y el corazón de Cuba es negro y se llama Celia Cruz', dijo
Paquito D'Rivera. La cantante le dio la réplica: 'Yo no soy negra,
Paquito, tardaron en sacarme del horno y me quedé así, un poco café
con leche'.
El repertorio que se podrá escuchar, según Celia Cruz, huirá
de los últimos trabajos publicados por los artistas, 'porque el público
no los conoce'. Durante dos horas desgranarán grandes éxitos como
Bemba colorá y Oye cómo va, en homenaje a Tito Puente. Cruz se
lamentó de que el concierto no pueda convertirse en disco. 'Acabo de
firmar un contrato con la discográfica Sony y esa gente son un poco así,
ustedes saben, un poquito absorbentes'.
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