El Siglo. Republica Dominicana. Lunes 25, 2001.
Castro "lamenta" que enemigos no celebraran con ron y whisky
Sectores del exilio cubano en Miami expresaron ayer su júbilo por
la indisposición que sufrió Fidel Castro el sábado, y se
mostraron confiados en que represente un deterioro en la salud del gobernante.
Nelson del Castillo/EL SIGLO.
LA HABANA. El mandatario cubano, Fidel Castro, tomó a broma el
leve desvanecimiento que sufrió cerca del mediodía del sábado,
cuando se dirigía a una multitud de más de 60 mil personas en el
habanero municipio de El Cotorro, y se disculpó con sus enemigos de Cuba
porque no los dejó "celebrar con ron y whisky".
Con un buen semblante y en plan bromista, el líder de la Revolución
reapareció en la noche del sábado, ocho horas después de
que hiciera pasar un gran susto a los cubanos al tener que interrumpir su
discurso lo que provocó una momentánea confusión,
para continuarlo en la "Mesa redonda" de la televisión
nacional.
El jefe de Estado cubano, de 74 años de edad, aprovechó de
entrada la oportunidad para poner al tanto al país de su situación
de salud, matizando sus comentarios con bromas.
"Cualquiera diría que me estaba haciendo el muerto para ver qué
entierro me hacían", comentó en su comparecencia, acompañado
del liderazgo histórico y joven de la Revolución, inclusive su
hermano, Raúl Castro, ministro de Defensa y número dos del Partido
Comunista cubano.
Por seguridad, Fidel y Raúl no suelen asistir juntos a actos públicos.
Esta es la segunda ocasión, en 42 años desde el triunfo de la
Revolución, que Castro famoso por su resistencia se ve
forzado a interrumpir una alocución por motivos de salud. La primera vez
fue en la década de 1960, cuando anunció la nacionalización
de las empresas extranjeras y perdió la voz momentáneamente.
En aquella oportunidad, como ahora, Castro regresó a la tarima, según
se explicó a este periodista.
PREOCUPACIóN. El Presidente cubano confirmó, como era la
creencia general, que perdió el conocimiento unos segundos y que estaba
empapado en sudor cuando sus colaboradores lo asistieron, impidiendo que cayera
al suelo en la tarima bajo un candente sol de mediodía.
El comienzo de la fatiga producida por el calor al dirigente comunista pudo
ser observado en directo por la televisión nacional, lo que llenó
de preocupación a los cubanos.
Muchas personas en la "tribuna abierta" como denominan a
estas manifestaciones en protesta contra Estados Unidos por la condena en Miami
de cinco cubanos acusados de espionaje comenzaron a llorar a la vez que
insistían con consignas que aclamaban a lídel de la Revolución.
El máximo dirigente cubano encabeza una campaña, iniciada el
martes en la televisión cubana, a favor de la liberación de los
cubanos René González, Ramón Labañino, Fernando González,
Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, en prisión en Estados Unidos
desde el 12 de septiembre de 1998, implicados en actos de espionaje.
Al rechazar las acusaciones contra los que llamó "estos cinco
patriotas", el líder comunista reconoció que podrá
tomar varios años antes de que se consiga su regreso a esta isla del
Caribe.
REACCIóN. Inmediatamente Castro fue sacado de la tarima, el joven
ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, de 34 años,
tomó el micrófono para dirigirse a la multitud, dando muestras de
liderazgo.
"Calma, en nombre de la dirección nacional del partido y del
Gobierno. Calma y confianza", manifestó Pérez Roque, a la vez
que aclaró que el mandatario cubano llevaba 24 horas sin descansar, ya
que en la noche cumplió con una jornada de inauguración de la
nueva sede de la Escuela Nacional de Ballet y en la madrugada se mantuvo reunido
con un grupo de dirigentes de la Revolución y buscando información
para el acto del sábado, "sin dormir y prácticamente sin
probar alimento".
El proceder de Pérez Roque recibió el inmediato respaldo de la
plana mayor de la Revolución, que se fue aproximando a la tarima y colocándose
en el fondo, entre ellos los históricos comandante Juan Almeida y
Guillermo García.
Sectores del exilio cubano en Miami expresaron ayer su júbilo por la
indisposición que tuvo el sábado, durante un discurso, el
presidente de Cuba, Fidel Castro, confiados en que represente un deterioro en la
salud del gobernante. "La mala salud de Castro es una buena noticia para el
exilio cubano y para todos los pueblos esclavizados del mundo", dijo la
congresista republicana Ileana Ros Lehtinen, de origen cubano y elegida por
Florida. "Ojalá esto sea más serio de lo que parece",
sostuvo la legisladora, una férrea opositora del gobierno de Castro y una
de las principales activistas en favor de la permanencia del embargo económico
estadounidense en contra Cuba. El exiliado cubano José Luis Espinosa
indicó al diario "El Nuevo Herald" que "celebraría
su muerte, pero prefiero que sufra".
Fidel da susto a cubanos al desmayarse en acto
Durante su discurso, el líder cubano acusó a Estados
Unidos de proteger a los terroristas, que se han movido desde su territorio a
distintos países que él ha visitado, como Venezuela, Colombia, República
Dominicana, España y Panamá.
Nelson del Castillo/EL SIGLO
LA HABANA.- El máximo dirigente de la Revolución, Fidel
Castro, dio un susto a los cubanos al sufrir cerca del mediodía del sábado,
un leve desvanecimiento en momentos en que pronunciaba un discurso en una de las
denominadas tribunas abiertas, iniciadas a favor de cinco ciudadanos de este país
condenados en Miami por espionaje.
Tras unas dos horas de discurso ante unas 60 mil personas congregadas en el
municipio habanero de El Cotorro, Castro se apoyó brevemente en el atrio
para evitar caerse y de inmediato fue asistido por uno de sus ayudantes.
La manifestación, transmitida por la televisión nacional,
permitió a la generalidad del pueblo cubano ser testigo de lo ocurrido,
mientras la emotiva multitud congregada bajo un candente sol mismo que
afectó al líder cubano gritaba "¡Fidel, Fidel,
Fidel!", a la vez que enarbolaba la enseña nacional.
Al ser retirado el Presidente de Cuba de la tribuna, el canciller Felipe Pérez
Roque realizó una fogosa intervención en la que, a la par que atacó
a Estados Unidos, detalló que Castro no había dormido en toda la
noche debido a que se mantuvo participando en actividades y después en la
preparación de la información que ofreció al pueblo sobre
las actividades terroristas contra Cuba.
El incidente se produjo a eso de las 11:25 de la mañana, y en su
intervención Pérez Roque detalló que "Fidel no ha
descansado en las últimas 24 horas, está sin comer, y con el calor
y el esfuerzo sobrehumano ha sufrido un descenso" en su resistencia física.
Pérez Roque, luego de resumir aspectos destacados del discurso de
Castro, presentó a varios de los comandantes de la Revolución,
entre ellos Juan Almeida y Guillermo García, como muestras de cohesión
política, lanzó el grito de "Viva Raúl, viva Fidel,
patria o muerte, patria o muerte", al exhortar a la gente a regresar a sus
hogares.
DE VUELTA. Transcurridos unos seis minutos, el mandatario cubano regresó
a la tribuna con buen semblante y se dirigió nuevamente a la multitud:
"Estoy bien, estoy bien", repitió tras golpear uno de los
micrófonos, que se percató no estaba funcionando. "No se
preocupen, no puedo terminar el acto, pero lo termino hoy en la tarde, a la hora
de la retransmisión porque tengo cosas que decir".
"Si quieren pueden publicar y hasta tomar el momento en que no sé
",
agregó, a la vez que era interrumpido por las masas con vivas. "Descanso,
duermo unas horas, porque a la verdad que anoche, asistí a la inauguración
de la nueva sede del Ballet Nacional, no dormí nada buscando papeles;
estoy entero, así que nos vemos a la noche, hasta luego y muchas gracias,
patria o muerte venceremos".
CONDENADOS. El discurso de Castro se centró en demostrar cómo
durante años, Cuba ha suministrado información a varios
presidentes de Estados Unidos y a sus fuerzas de seguridad, como el Negociado
Federal de Investigaciones (FBI), para evitar acciones terroristas de sectores
del exilio cubano anclados en Miami y en América Central.
El líder cubano también acusó a Estados Unidos de
proteger a los terroristas, que se han movido desde su territorio a distintos países
que él ha visitado, como Venezuela, Colombia, República
Dominicana, España y Panamá.
La manifestación de hoy domingo es en respaldo a los cubanos René
González Sehwerert, instructor de vuelos y especialista en técnicas
de aviación; Ramón Labañino Salazar, licenciado en economía;
Fernando González Llort, licenciado en diplomacia; Antonio Guerrero Rodríguez,
ingeniero civil en construcción de aeródromos, y Gerardo Hernández
Nodelo, también licenciado en diplomacia, condenados en Miami por
espionaje en lo que el gobierno cubano considera un procedimiento amañado.
Varias horas después de verse obligado a interrumpir su discurso en
un acto político al aire libre por una indisposición, el
presidente cubano, Fidel Castro, reanudó su alocución en un
estudio de televisión. "Me gusta este lugar. Es cómodo y está
fresco", dijo Castro, de 75 años, al comparecer en la habitual "mesa
redonda" que se emite diariamente por la televisión oficial cubana.
El máximo líder cubano bromeó con los periodistas que
conducen el programa y declaró que "cualquiera diría que me
hice el muerto para ver el entierro que me hacían". "La culpa
es mía por querer recoger tantos datos", señaló
Castro, quien afirmó que anoche trabajó hasta el amanecer
preparando su discurso en el que anunció una "batalla larga y difícil"
por la liberación de los cinco cubanos condenados por espionaje en EEUU.
Castro dijo que antes de sufrir el desfallecimiento otras 545 personas de las más
de 60 mil que asistieron al acto en el municipio habanero de El Cotorro fueron
atendidas por los servicios sanitarios a causa de "la fatiga" que
achacó al calor reinante. "Hasta que me tocó a mí",
agregó. (EFE). |