Invasión
de cucarachas en La Habana
Tania Díaz Castro, UPECI
LA HABANA, julio - Mi vecino Pepe es un cómico de verdad. El otro día
se detuvo en la puerta de mi casa y, con toda la seriedad del mundo, me dijo: "La
Habana está siendo invadida por ortópteros nocturnos más ágiles
que los humanos. ¿A dónde iremos a parar?"
Sin comprender, le pregunté: "¿Invadida por quiénes?"
"Por cucarachas, hija, por cucarachas -me respondió- ese
animalito que se devora toda clase de comestibles".
Cuando le pregunté por qué no fumigaba su casa hizo un gesto
de incertidumbre porque es cierto lo que dice mi vecino sobre el líquido
para fumigar que venden los antiguos fumigadores estatales: "Vale caro y
las cucarachas se lo beben como agua bendita".
Mi vecino Pepe no se equivoca. La situación de la falta de higiene de
la ciudad es cada vez más deplorable.
"Las muy malditas -agrega, sin perder la seriedad- se ven por todas
partes, a pleno sol caminan por las calles y aceras, bajan y suben las escaleras
y los ómnibus, trepan por los balcones y ventanas, por las butacas de los
cines y hasta en las tiendas dolarizadas donde disfrutan del aire acondicionado.
Las cucarachas dejaron de ser dueñas de las despensas para convertirse en
dueñas de toda la ciudad. En cada cuadra, edificio o barrio, en vez de
los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), son ellas quienes
nos espían".
Pero mi vecino Pepe no exagera. El asunto de la higiene ambiental es bien
grave. La Dirección Provincial de Higiene de Servicios Comunales de
Ciudad de La Habana así lo admitió a través de su director,
señor Carrillo Oliva. Según este funcionario, la ciudad habanera
necesita sesenta camiones colectores para recoger los desechos en once
municipios. Sin embargo, sólo trabajan cuarenta y cinco, mientras que con
frecuencia diecisiete de esos cuarenta y cinco entran al taller con problemas técnicos.
Con relación a los contenedores, se sabe que la ciudad requiere
10,700, pero carece de un 25 por ciento de ellos debido a su deterioro.
No obstante, con fines de solucionar esta situación la Dirección
de Inspección Sanitaria multa a vendedores particulares, al sector
gastronómico, escuelas, centros de elaboración de alimentos,
comedores públicos, entre otros, o ponen a disposición de los
tribunales a trabajadores que incumplen las normas higiénico-sanitarias.
También el estado ha puesto a la venta en las tiendas dolarizadas un
nuevo producto cubano llamado "Lo maté". Cada unidad (en un
pequeño envase de metal) tiene un valor de casi cuatro dólares,
equivalente a 80 pesos cubanos, cifra que una gran parte de los cubanos recibe
como salario o jubilación mensual.
Mientras esto ocurre, el estado incumple con las normas higiénicas de
la ciudad y por esa razón no recibe multas ni es llevado a los
tribunales.
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