Residentes
de Alamar se mojan llueva o no llueva, de día y de noche
LA HABANA, 3 de julio (Reinaldo Cosano Alén) - La mala calidad ha
sido una constante en la construcción de viviendas desde que el gobierno
cubano centralizó esa actividad. Alamar, un reparto de edificios situado
al este de ciudad de La Habana, no está exento de este fenómeno.
Nadie escapa a la lluvia interior. Día y noche. Llueva o no llueva.
Peor si llueve. El edificio 726, de la zona 23 de Alamar, dispone de 36
apartamentos, que representan igual número de familias afectadas por
filtraciones de techos y paredes. Desde el primero al quinto piso. No sólo
cuando llueve. Si limpian los pisos con agua, si la gente se baña o
friegan los platos, ocurre lo mismo.
La grave situación viene de dos años. Hace diecisiete que lo
construyeron. Pero el problema no es privativo de este edificio, sino de todos
los otros construidos en la zona 23.
Interrogado Horacio Marrero Viciedo, residente del 726, expresó: "No
sirven, fueron mal construidos. ¿Cómo cambiar ahora todas las redes
conductoras del agua de consumo humano y de las albañales? No es problema
de tupiciones. Pasa lo mismo en todos los otros".
¿Qué dice el Poder Popular al respecto?
"Que no tienen recursos constructivos para resolver la situación.
Sin embargo, continúan la construcción de muchos otros edificios
de cinco y seis plantas, y hasta de doce y veinte, en Alamar. También
hacen nuevos parques recreativos y reparan escuelas, pero no les importa los
edificios más viejos, ni la gente que los habitan".
¿Qué dice la gente, los afectados?
"El único recurso que tienen es quejarse en las reuniones con el
delegado del Poder Popular. Este siempre responde lo mismo: 'Ese es un problema
del gobierno, no está en mis manos resolverlo', y agrega que el embargo
comercial de Estados Unidos...", explicó la fuente.
El hombre agregó: "La zona 11 de Alamar es un apabullante
contraste. Allí se edifican edificios más chatos, más
hermosos, de hasta tres pisos. La gente ha bautizado estas construcciones como "las
casitas de Eusebio Leal", el historiador de la ciudad de La Habana. Existe
allí un amplio plan de construcciones costeado en dólares para
acoger temporal o definitivamente a residentes de la Habana Vieja, patrimonio de
la humanidad, en tanto demuelen o reconstruyen sus inmuebles coloniales".
Según se pudo constatar, para este plan de la zona 11 no faltan
recursos financieros ni constructivos. Hasta se derrocha. Mientras, sin
esperanza de solución, los vecinos de la zona 23, con decenas de
edificios, tendrán que seguir chapoteando en el agua.
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