Manifestaciones
contestatarias a ritmo de conga santiaguera
Luis Alberto Rivera, APLO
SANTIAGO DE CUBA, julio - Desde hace algunos años, las congas
santiagueras sirven a un número no determinado de personas para
manifestar, a todo pulmón, su devoción al gobierno comunista.
Al repiquetear de los tambores y las notas agudas de las trompetas chinas,
los santiagueros bailan y "arrollan" por las calles hasta el
cansancio. Las comparsas compiten por alcanzar el primer lugar.
Cada año estas congas improvisan coros según las necesidades
políticas del momento. El año pasado, por ejemplo, se coreaban
estribillos favorables a las tribunas abiertas y al regreso del niño Elián
González Brotons.
También la conga de una barriada visita a la de las otras para emular
a ver quién suena mejor y hace improvisaciones más ocurrentes y
pegajosas.
Sin embargo, este año los coritos se han centrado disimuladamente en
el reciente desmayo de Fidel Castro en un acto político efectuado en La
Habana.
El 29 de junio último la conga de San Agustín visitó a
la de Paso Franco y se escuchó el siguiente estribillo: "La cotorra
se desmayó por estar hablando tanto".
Todos los años agentes de la policía nacional reprimen las riñas
que suelen acompañar a estas festividades carnavalescas, incluso no han
faltado peleas tumultuarias. No obstante, en esta ocasión el estribillo
de la cotorra desmayada ocasionó que los gendarmes comenzaran a dar palos
por la zona del coro. Después el conflicto se generalizó.
Este periodista pudo constatar el "combate" entre policías
y bailadores de conga que tuvo lugar ese día en la popular calle Trocha.
Los militares repartían golpes indiscriminadamente con sus tonfas
(bastón en forma de "L" usado en ciertas artes marciales), pero
eran tantos los del estribillo que mientras más palos daban más se
escuchaba la tonada de la cotorra desmayada. Cabezas partidas hubo en cantidad
considerable.
No obstante la sangre derramada, la única manera de acallar a los del
estribillo de marras fue cuando silenciaron a los músicos. Mientras hubo
tonfasos y tambor se escuchó el cantico de la cotorra desmayada. "Parar,
parar" le ordenaron a los que tocaban los instrumentos.
Hubo arrestados pero se desconoce su número y paradero.
El pueblo presente en el lugar se indignó... no por lo del
estribillo, sino porque le prohibieron momentáneamente que siguieran los
coritos a ritmo de tambores y cornetas chinas.
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