Hablando de
cultura
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, enero - En Cuba abunda la instrucción, el
adoctrinamiento, pero existe un gran déficit de cultura.
Son preocupantes los vacíos existentes en tan importante esfera de la
vida en sociedad si se tiene en cuenta la significación que tiene para
salvar a los pueblos de la esclavitud y para que éstos preserven su
libertad.
La carencia de valores éticos, políticos, estéticos,
religiosos y morales es una realidad que se ha reforzado en estos últimos
años, y lo peor que le sucede a la sociedad cubana no es ya la pobreza
material, sino la miseria moral. De la primera podemos salvarnos, no así
de la segunda, donde entran en juego los sentimientos, la conciencia, la
lealtad, la conducta, los valores y mayor es el peligro cuando aquellos que
dicen promover la moral la manipulan sin pudor alguno.
Hoy, las instituciones gubernamentales se expresan en favor de generalizar
la cultura, cuando han demostrado su incapacidad hasta para educar debidamente.
Es imposible entonces que puedan promover la cultura.
José Martí vio este fenómeno hace más de un
siglo atrás. "Instruir puede cualquiera, educar sólo quien
sea un evangelio vivo", dijo el Apóstol cubano.
Y es lo que estamos viendo en la Cuba del 2001. El régimen comunista
politiza la instrucción desde la enseñanza primaria hasta la
universidad (recordemos la frase del titular del ramo: "La Universidad es sólo
para los Revolucionarios"); además, ahora suplementa su instrucción
doctrinal con Mesas Redondas Informativas, Tribunas Abiertas y Marchas del
Pueblo Combatiente que nada aportan a nuestra cultura nacional.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|