"Los
trabajadores valemos menos que un perro sarnoso"
Juan Téllez Rodríguez
LAS TUNAS, enero - Arturo Serrano Ricardo reside en la calle Camilo
Cienfuegos 180-A, Puerto Padre, provincia de Las Tunas. El hombre explica que en
el primer semestre de 1994 se le orientó a la población del
municipio donde reside que todo el que quisiera salir legalmente del país
podía solicitarlo en la Dirección Municipal de Emigración.
Las oficinas de Emigración de Puerto Padre radican en la Unidad de la
Policía Nacional Revolucionaria de dicho lugar.
"Fue una trampa que la Seguridad del Estado le tendió a los
pobladores de aquí. Con ella querían conocer, para luego
controlar, a todas las personas que no están de acuerdo con el sistema
político impuesto por el gobierno comunista", reveló Serrano.
Según la fuente, el Partido Comunista usa a la policía política
para que "apriete con su puño de hierro", o sea para que
reprima a los opositores.
Serrano, licenciado en Geografía y Computación, se inscribió
(tal y como las autoridades locales expresaron que se hiciera) para solicitar su
salida legal de Cuba. En la solicitud incluyó a su esposa y sus dos
hijas.
En noviembre de 1994 la Dirección Municipal de Educación le
comunicó a Serrano que no podía seguir trabajando como profesor ya
que no era "confiable". "Me dijeron que yo no podía
contribuir a la formación comunista de los educandos", explicó.
El ex-profesor añadió que la Dirección Municipal de
Educación le entregó la Resolución 1 de 1995, en la cual se
expresa que por no ser él ejemplo para los estudiantes ni ayudar a su
formación ideológica queda separado definitivamente del sistema
nacional de educación.
En octubre del 2000 Serrano se presentó en la Dirección
Municipal de Educación para ver si reconsideraban su situación y
le daban empleo, porque en varias escuelas secundarias de esa localidad hacen
falta profesores y están usando a jóvenes graduados de 12 grado.
"Mis gestiones no han tenido éxito, porque me consideran un
disidente, un opositor al gobierno comunista. No me consideran confiable. El
sindicato está sujeto al Partido Comunista y, en el supuesto paraíso
de los proletarios, nosotros, los trabajadores, valemos menos que un perro
sarnoso", se queja Serrano.
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