Crónicas
de ayer y de hoy: Anuncios de La Habana
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, enero - "Los hoteles de Cuba han sido remodelados y
reconstruidos en tal forma que escasamente son inferiores a establecimientos
americanos de su misma clase. En los mejores hoteles usted encontrará
todo bien ordenado, limpio y sano", expresó Elliot Durand en su A
week in Cuba, Chicago, 1891.
La Habana con hoteles muy bien puestos en el fin del siglo XIX. El turismo
atraído por las bondades naturales de la Isla y el bien situado puerto
favorecía el negocio hotelero.
En Prado 122, frente al Parque Central, existe todavía el Hotel
Inglaterra.
Un anuncio aparecido en el Directorio General de la Isla que publicita la
instalación hotelera dice: "El hotel más bien surtido de La
Habana y el más favorecido por los Sres. Viajeros". Su dueño
era Ramón Verdaguer.
El Hotel Inglaterra avecindó con uno de los cafés más
elegantes de La Habana y no sé si por afición a la discordia o por
deseo de entendimiento internacional, dicho café tuvo por nombre "El
Louvre", propiedad de Joaquín Payret.
Del café El Louvre mucho se ha escrito. Fue un punto de tertulia de
los golden boys habaneros de fin de siglo y aún hoy en el portal del
Hotel Inglaterra se celebra una especie de tertulia auspiciada por una peña
de nostálgicos, que nada tiene que ver con la de los jóvenes
librepensadores de hace más de cien años.
Por otro costado del Parque Central estaba el Hotel Pasaje, que se
vanagloriaba de ser el único con elevador. Se hallaba instalado en un
edificio de grandes arcadas en la planta baja y dos pisos encima ornados de los
indispensables balcones de hierro forjado.
Hoy en ese lugar se levanta el Hotel Parque Central, un hotel cinco
estrellas perteneciente a una firma extranjera. Ya junto al Hotel Inglaterra no
existe el café El Louvre, sino un establecimiento de pastelería
francesa, bastante caro por cierto, y en el Hotel Parque Central solamente se
puede pasar por el portal, y rápido.
Así cambian los tiempos... de ayer a hoy.
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