La pobreza
en los campos es la consecuencia del monopolio estatal de las tierras
Milagros Beatón, APLO
SANTIAGO DE CUBA, enero - La colectivización de las tierras por el
gobierno cubano causó la disminución de la producción agrícola
y, por ende, un mayor empobrecimiento de los trabajadores agrícolas.
En la década de los 80 el gobierno (que ya se había declarado
comunista) hizo un programa masivo de colectivización de las tierras como
una nueva forma de producción agrícola, pero no aumentó las
producciones sino que se apoderó de la casi totalidad de las propiedades
de los campesinos. O sea, monopolizó los terrenos agrícolas en lo
que resultó una terrible guerra para el hombre y el medio.
Miles de guajiros entregaron sus tierras engañados con muchas
pobrezas y falsas esperanzas. El sometimiento de la clase campesina le ocasionó
a ésta una profunda crisis psicológica y le obligó a
cambiar la idiosincrasia heredada de sus antepasados.
Esa crisis causó mucho sufrimiento entre los campesinos, dificultó
su convivencia y los sometió a mayor pobreza aún, pues ya no eran
dueños ni de su pedacito de tierra ni podían decidir qué
sembrar. Situación que a su vez devino en la falta de interés por
las labores agrícolas.
En otro orden de cosas, muchos árboles sembrados desde tiempos
inmemoriales fueron talados, y también fueron destruidos campos de
pastos, para en esos suelos meter los modernos equipos mecanizados y sembrar los
nuevos cultivos planificados en los inconmensurables planes de producción
agrícola del Estado.
Hoy, al cabo de dos décadas, esas tierras son poco o nada
productivas. Las consecuencias de aquellos tremendos planes: improductividad y
afectación severa del medio ambiente. La flora y la fauna también
sufrieron su parte junto al guajiro cubano.
Pos su parte, el gobierno comunista se muestra indiferente, no quiere ver el
fatal resultado de la colectivización de las tierras. Tampoco adopta
medidas razonables para solucionar el problema pues, indudablemente, ello
significaría cambiar el sistema político, económico y
social impuesto en nuestra patria desde 1959.
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