Teléfonos
convencionales y celulares sólo para revolucionarios
Esteban Salas, CPIC
CAMAGÜEY, enero - La entrega de teléfonos celulares a miembros
de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) que se anunció
por la prensa oficial cubana, es una prueba del monopolio telefónico del
Partido Comunista y de como éste discrimina a los ciudadanos por sus
ideas políticas.
Hace más de un año que la Empresa de Telecomunicaciones de
Cuba S.A. (ETECSA) comenzó a digitalizar las plantas telefónicas
existentes en la Isla.
Esto permitió aumentar el número de líneas, pero no
representó ninguna mejoría para el cubano común, ya que la
instalación de un teléfono en Cuba es un asunto político.
Nadie puede aspirar a que le instalen uno de esos equipos, tan necesarios en
la vida moderna, por el solo hecho de solicitárselo a ETECSA y estar
dispuesto a pagar por el servicio.
Primero el solicitante tiene que ser aprobado por una comisión
integrada por miembros del CDR, de la Federación de Mujeres Cubanas, del
Partido Comunista y del gobierno local, quienes tienen la orden de autorizar el
servicio telefónico solamente a los individuos más revolucionarios
(o sea a los más sumisos al gobierno comunista).
"Para tener teléfono en casa hay que comerse un caimán de
marcha atrás" -expresó indignado un camagüeyano
necesitado de ese servicio.
"Los celulares son para que los cederistas ejerzan la delación
digitalizada en favor del régimen. Esto una vergüenza para los
extranjeros que invierten con el Estado en la ETECSA" -concluyó la
fuente.
El teléfono en Cuba es, indudablemente, un asunto político.
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