Equilibrio
precario
Oscar Espinosa Chepe, economista independiente
LA HABANA, enero - Sobre la situación actual y las perspectivas de la
economía cubana el Sr. Carlos Lage, secretario del Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministros, concedió una amplia entrevista al
periódico Trabajadores, publicada el primero de enero.
Entre las cuestiones más sobresalientes tratadas, cabe destacar los
cuatro factores en los que él considera necesario concentrarse "para
poder estar seguros de que el proceso de recuperación de la economía
es estable y puede sortear las dificultades".
Los factores citados son: 1) Mantener el equilibrio financiero interno. 2)
La economía tiene que crecer con eficiencia. 3) Que los resultados de la
economía se reflejen en las condiciones de vida de la población.
4) Necesidad de reducir el déficit en cuenta corriente.
Sorprende la prioridad brindada al equilibrio financiero interno sobre otros
temas, como la difícil situación de las finanzas externas;
elemento que aún es la limitante fundamental de la economía
cubana. Sin embargo, es cierto que existe un continuado y preocupante
crecimiento de la liquidez acumulada y en particular de su aspecto más
importante, el efectivo en circulación, que ya en los finales de 1999
sobrepasó el alcanzado en diciembre de 1993. Como es conocido, ese año
hubo un gran incremento monetario, que coadyuvó como elemento decisivo al
desencadenamiento del proceso inflacionario vivido en el país en aquel
momento.
El informe presentado por el Ministro de Economía a la Asamblea
Nacional del Poder Popular, en diciembre pasado, refleja que el crecimiento de
la masa monetaria al término del 2000 fue de 450,0 millones de pesos para
un acumulado de 10 mil 350 millones.
Lamentablemente, no se especificó el desglose de esta cifra entre el
efectivo en circulación y el ahorro ordinario aunque, de acuerdo a la
tendencia en años anteriores, es predecible que en el primero debió
concentrarse el aumento.
Para facilitar el análisis del movimiento de la liquidez acumulada en
los últimos años se brinda el siguiente cuadro.
MASA MONETARIA
| CONCEPTO |
1989 |
1993 |
1994 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
2000 |
| Total |
4163 |
11043 |
9944 |
9534 |
9441 |
9710 |
9902 |
10350 |
| Efectivo en Circulación |
2102 |
4555 |
3602 |
3981 |
4014 |
4283 |
4568 |
(*) |
| Ahorro |
2061 |
6489 |
6342 |
5553 |
5427 |
5427 |
5334 |
(*) |
Unidad: millones de pesos
(*) Cifras no disponibles
Fuente:
Banco Central y Anuarios Estadísticos de Cuba, Informe del Ministro de
Economía y Planificación a la Asamblea Nacional, diciembre 2000.
Como puede apreciarse, en el año 2000 la masa monetaria continuó
su aumento situándose a un mero 6,8 por ciento del nivel de 1993 y con
seguridad superior al efectivo en circulación en ese año, puesto
que el ahorro desde 1993 disminuye debido a la falta de garantías que
ofrece el peso cubano. Si la comparación se efectúa con respecto a
1989 puede constatarse que a fines del 2000 la liquidez acumulada resulta 2,5
veces superior, con una oferta de bienes y servicios considerablemente inferior
a la existente entonces.
Para paliar este notable engrosamiento monetario, agravado ahora porque está
concentrado en algunos segmentos de la población, el mecanismo empleado
por las autoridades ha sido en lo esencial la radical elevación de los
precios de los productos y servicios, mientras los salarios no han crecido
significativamente, y otros ingresos de la ciudadanía, como las
pensiones, se han mantenido inalterables.
La actividad económica efectivamente ha crecido entre 1993 y el 2000,
ante todo por la incidencia de factores externos como las remesas, las
inversiones extranjeras y el turismo. No obstante, surgen dudas fundadas acerca
de la credibilidad de las cifras macroeconómicas aportadas oficialmente.
Por eso, los argumentos del gobierno acerca de que se mantiene una adecuada
relación entre masa monetaria existente y el producto interno bruto (PIB)
logrado son poco tranquilizadores.
En el 2001 resulta probable que las tensiones en las finanzas internas se
vean reforzadas, ante todo, por las dificultades previsibles en la capacidad
importadora del país. A ello se suma una inyección monetaria de
860,0 millones de pesos a la circulación por concepto de incrementos
salariales efectuados en años anteriores, sin que se dieran pasos sólidos
para garantizar a la población una oferta estable y creciente de
productos y servicios.
Esta precaria situación en el equilibrio de las finanzas internas
pudiera explicar la prioridad brindada por el Sr. Lage a este tema como un
factor determinante para el futuro de la economía cubana.
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