Deficiente
distribución planificada de alimentos
SANTIAGO DE CUBA, 4 de enero (Luis Alberto Rivera, APLO) - Las cantidades de
alimentos que el gobierno de Fidel Castro vendió a través de la
libreta de racionamiento a la población de Santiago de Cuba durante el año
2000, desmienten con hechos la bonanza económica que anuncian en sus
discursos los voceros comunistas.
Este régimen de racionamiento es prácticamente igual en todas
las regiones del país.
A continuación reproducimos íntegramente las cuotas asignadas
a un santiaguero durante el año pasado. Todos los datos fueron tomados
del documento oficial de racionamiento de alimentos, que el gobierno llama "libreta
de abastecimiento".
- Arroz, 72 libras (6 libras por mes) - Azúcar, 72 libras (6
libras por mes) - Frijoles, 15 libras (20 onzas por mes) - Sal, 9 libras
(0,75 libra por mes) - Café mezclado, 3 libras (4 onzas por mes) -
Pastas, 6 libras (0,5 libra por mes) - Aceite, 2 libras (0,5 libra en los
meses de febrero, abril, agosto y diciembre) - Huevos, 24 unidades (6 huevos
en los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre) - Picadillo de
soya, 8,10 libras - Mortadella, 3,6 libras - Pescado enlatado, 5 latas
de 325 gramos cada una - Pescado congelado, 11 onzas (en el mes de
diciembre) - Pollo, 20 onzas (6 onzas por mes en junio y agosto, y 8 onzas
en diciembre) - Gallina, 12 onzas (6 onzas en enero y en marzo) - Papas,
48 libras - Jabón de lavar, 5 pastillas - Jabón de baño,
5 pastillas - Pasta dentífrica, 7 tubos - Detergente líquido,
3 frascos de mil mililitros cada uno
Es de destacar que a los jóvenes mayores de 14 años de edad no
se les vendió carne de res en todo el año 2000.
Los productos que no se expenden por la libreta de racionamiento deben ser
adquiridos en los mercados agropecuarios, en las "tiendas de precios
diferenciados" o en las llamadas "shopping". Estas últimas
sólo venden en dólares estadounidenses y los otros dos tipos de
comercios en pesos, pero a precios elevadísimos.
En cuanto a los cigarrillos y tabacos, que solamente se le vende por la
libreta de racionamiento a los cubanos que nacieron antes de 1959, se suministra
mensualmente a razón de 4 cajetillas, 4 tabacos y 2 cajas de fósforos.
Los cigarrillos negros cuestan 2 pesos por cajetilla y los rubios 2.50 pesos. En
el mercado que llaman "liberado" se expenden a 7 y 7.60,
respectivamente.
Los únicos cubanos que pueden comprar carne de res, regulada y esporádicamente,
son los menores de 14 años y algunos enfermos autorizados mediante dietas
médicas. Las cantidades y calidad de la carne que se les oferta es
insuficiente.
Por otra parte, a los mayores de 60 años y a los menores de 14 se les
vende un kilogramo de arroz y otro de chícharos, de manera adicional, por
un plan especial para las provincias orientales del país luego de las
afectaciones del huracán Lili.
Además, los ancianos (mayores de 60 años) pueden comprar una
especie de cereal de fabricación nacional (que llaman "cerelac",
cuya composición nadie conoce) a razón de un kilogramo por mes. No
obstante, muchas personas no lo adquieren, pues alegan que les sube la presión
arterial y otros porque argumentan que sabe muy mal.
En resumen, ésta es la situación actual en cuanto a la
distribución de alimentos que llevó a cabo el gobierno de la Isla
en el 2000. Es preciso indicar que los precios de estos productos regulados están
más en correspondencia con los salarios y pensiones por jubilación
del cubano promedio que los del mercado "liberado", de los
agromercados o de la red de tiendas dolarizadas. Sin embargo, del análisis
de las cantidades y calidad de los productos alimenticios que se le vendió
a los santiagueros el año pasado se puede asegurar que no satisfacen las
necesidades básicas que requiere el ser humano de estos tiempos.
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