Pinar del Río
le dice adiós al 2000
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, enero - Despedir el año siempre ha sido importante
para los naturales de Pinar del Río que logran llegar al final de cada
uno de ellos. Pero en el 2000 lo fue más, porque terminó un siglo
y un milenio.
En épocas pasadas, el pinareño por tradición ha vestido
sus mejores galas para celebrar tal acontecimiento. Pero, hoy, la realidad es
otra. El silencio cubre con su manto cada hogar y las calles vacías de
esta ciudad le dan la apariencia de un lugar dormido, pues sus habitantes no
tuvieron la oportunidad de festejar el año nuevo debido a las carencias
materiales y sobre todo por apatía y desinterés.
De los que esperaron la medianoche para abrazar a sus seres queridos en la
mayor intimidad y pedir al nuevo año sus mayores anhelos, y de los que
escucharon el "mensaje al pueblo" de los ideólogos comunistas
-transmitido por las emisoras de radio y televisión nacionales- muy pocos
pudieron levantar su copa vacía o llena con espíritu de alegría.
El año 2000 terminó tal y como transcurrió: difícil
y sufrido. Pinar del Río le ha dicho adiós como lo vivió:
con el rostro triste y abatido.
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