El tipo del
billete
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, enero - La Navidad restituida hace dos años aporta matices
no esperados, pero sí un poco imaginados por muchos. Los gastos aumentan
actualmente en diciembre más que en años anteriores.
Frases como: "El dinero está perdido", "El gallo está
volando alto", "Estoy pasmáo", se escuchan con más
frecuencia ahora mismo en las calles habaneras más céntricas.
Mas si usted está pertrechado del optimismo cubano pensará en "resolver"
como sea, de cualquier forma, la Navidad repuesta.
Algo así pensó un señor que se sentó junto a mí
en la ruta 4. Llevaba una jaba que se movía sola a cada rato. Sin
misterio. Causante del movimiento de la jaba era un gallo. No un gallo común
y corriente, sino un galo de pelea. Un gallo fino, como le dicen aquí.
Pude satisfacer mi curiosidad sólo con una pregunta intrascendente.
Se destapó a hablar y darme explicaciones: que le cuesta unos 300 pesos
al mes mantener al gallo, las peleas que vale la pena echar y las que no, la
impopularidad de las peleas de gallos a pesar de la ilegalidad que envuelve esas
actividades, de los cientos de pesos que se juegan y de cuánto gana su
gallo, un peleador de los buenos, hasta 500 ó 600 pesos por pelea, además
de las peleas de su mujer por celos del gallo, mejor cuidado por él que
ella, su propia mujer...
También me explicó que se pelean gallos en pequeños
pueblos alrededor de la capital: Wajay, Santiago de las Vegas, Bauta, Managua, Jústiz
y otras zonas rurales, pues esa afición nunca se perdió en Cuba,
sobre todo los domingos en el campo donde no hay diversión después
de una semana de trabajo agotador.
Para terminar, me dijo: "Lo cuido bien, mejor que a mí mismo. Ni
mi mujer chista cuando de él se trata", expresó con admiración
inmodesta. "¡Oiga, éste es el tipo del billete!"
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