Parlamento
Europeo premió a organización antiterrorista Española
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, enero - La reunión de presidentes de los grupos del
Parlamento Europeo en días recientes decidió otorgar el "Premio
Zajarov por la libertad de pensamiento" del año 2000 a la agrupación
hispana ¡Basta ya!, fundada en 1998, que ha organizado las grandes
manifestaciones públicas ocurridas en España en los últimos
años contra los atentados de los separatistas vascos.
El Premio Zajarov -con una dotación de 42 mil dólares
estadounidenses- lo concede cada año el Europarlamento a alguna
personalidad o grupo relevante del mundo en la defensa de los derechos humanos.
En febrero del 2000 una vez más ETA descargó su aterradora
furia y odio contra el Parlamento Vasco y el Secretario del Partido Socialista
de Alava, Fernando Buesa Blanco, y contra su escolta, Javier Diéz Elorza,
asesinándolos.
Ciertamente fue un atentado más de cuantos han enlutado a España.
No el peor por su terrible magnitud, pero sí uno de los más
repudiados y que estremeció la conciencia nacional en sus raíces.
Tanto que el propio pueblo vasco en primer término y junto a él
todos los estratos españoles estuvieron representados en la enorme y
compacta concentración de repulsa que tuvo lugar en la amplísima
explanada de la Plaza Mayor de Victoria contra el terrorismo de ETA.
En la X Cumbre Iberoamericana de este año efectuada en la República
de Panamá, el gobernante cubano Fidel Castro se negó a dar su
aprobación de condena al cataclismo espantoso impuesto por ETA que
desangra a España, no aceptando firmar la declaración que sobre
este particular propuso la delegación española.
La insólita negativa cubana fue justificada aduciendo que se requería
de un texto más universal que incluyera la condena de acciones violentas
contra Cuba, para lo que les resultó muy a propósito y oportuno la
denuncia de Castro por la presencia en Panamá -e inmediata detención-
de Luis Posada Carriles y tres supuestos cómplices inculpados de planear
un magnicidio contra Castro.
Respecto al punto de vista de la delegación cubana a Panamá
cabría preguntar si no hubiera sido más prudente comenzar por
firmar la declaración contra el terrorismo de ETA.
Por el camino expuesto por Cuba en materia de violencia, de tanto desandar
senderos, no sería extraño que en cualquier recodo nos tropezáramos
con el espectro acusador de Abel contra el fraticida Caín y las demandas
serían interminables. Ello por no traer al debate lo de "el que
tiene techo de vidrio
"
Pero, sin dudas, la sabia y elegante postura de "Nobleza Obliga"
no estuvo presente en la delegación cubana al rechazar suscribir la
Declaración de Condena al Terrorismo de la ETA.
Prudente es procurar puntos coincidentes, no excluyentes. El cónclave
de Panamá fue el marco ideal que Castro no supo, o no pudo, aprovechar. A
pesar de la violenta disputa secular entre hebreos y palestinos, sus dirigentes
confluencian en la búsqueda de coincidencias y acuerdos. Incluso, sin ser
muchas las esperanzas.
Muy contrario a la postura cubana con la negativa a ultranza de ser copartícipe
de la condena al repudiado terrorismo de ETA, lo que ha dejado perplejo a
muchos.
Pero más perplejos aún porque ni antes ni después de la
Cumbre de Panamá -ni siquiera de manera independiente, ajena al contexto
panameño- se ha producido alguna declaración oficial del gobierno
cubano que condene el terrorismo de la organización separatista vasca. Ni
por asomo algo que se parezca, al menos, a un reproche. Quizás existen
sus razones
no conocidas.
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