Economía
cubana: las dos caras de la moneda
Pablo Silva Cabrera
LA HABANA, enero - De semana de los periodistas cubanos puede ser calificada
la comprendida entre los días 12 y 16 de diciembre de este año
2000, que llegó cargado de presagios y se despide en medio de la
incertidumbre, por lo menos para los cubanos.
El V Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores
Cubanos (ANECC) se celebró entre los días 12 y 14, y entre el 15 y
el 16 Economía 2000, "seminario sobre el presente y futuro de la
economía cubana vista desde la sociedad civil", de carácter
disidente.
Con una evocación al Che Guevara, médico guerrillero que tuvo
a su cargo la dirección del Banco Nacional y la cartera de Industrias a
comienzo de los sesenta, se inauguró el congreso de la ANECC; institución
que anteriormente sólo comprendía a los economistas ya que el
modelo de desarrollo cubano se había desentendido de los contadores, un
importante sector que entre las décadas del 40 y 50 había
alcanzado un notable nivel técnico ayudando a sentar las bases de una
eficiente administración pública y privada.
En la actualidad el problema de la contabilidad es el más crítico
que los economistas y contadores tienen que enfrentar, afirmaría en el
congreso Armando Pérez Betancourt, secretario ejecutivo del grupo
gubernamental del perfeccionamiento empresarial: un intento del régimen
para lograr que las empresas estatales sean rentables.
La clausura del congreso de economistas oficiales, como era de esperar, contó
con la presencia del mandatario cubano Fidel Castro y las optimistas
afirmaciones de Carlos Lage -médico como Guevara- secretario del Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministros a cargo de la economía.
"La economía cubana ha reportado un crecimiento del 4,7 por
ciento desde 1995" -puntualizó Lage. Vaticinó que este año
el crecimiento será de un 5,6 por ciento a pesar del alza de los precios
del petróleo y la baja en los del azúcar. También se refirió
a lo que calificó como "discreta mejoría en el nivel de vida
de la población de la Isla".
La tradicional condena del "bloqueo genocida" puso punto final a
este nuevo congreso de los economistas y ahora también contadores
oficialistas cubanos.
La otra cara de la moneda resultó el evento Economía 2000, "seminario
sobre el presente y el futuro de la economía cubana visto desde la
sociedad civil", organizado por la Cátedra de Estudios Sociales y
Humanísticos Padre Félix Varela (CESHPFV), primera actividad de
este tipo que organiza este centro de la Mesa de Reflexión de la Oposición
Moderada (MROM) y que al mismo tiempo sesionó en su sede de Marianao, en
la capital cubana, y en la Universidad Internacional de la Florida, esta última
a cargo del MROM en la diáspora.
La inauguración de esta actividad de la emergente sociedad civil
cubana estuvo a cargo del licenciado Dimas Castellanos Martí, miembro de
la junta de directores del CESHPFV y uno de los principales organizadores de
este seminario en donde se discutieron nueve ponencias.
Una de los más debatidos trabajos resultó el presentado por el
economista y periodista independiente Manuel David Orrio, titulado: "Cuba,
modelo agotado y manipulaciones estadísticas", en que el autor parte
de una encuesta sobre la situación cubana realizada a 200 personas en
cinco municipios capitalinos en el verano de 1999 por la Cooperativa de
Periodistas Independientes. Y donde la visión pesimista de los
encuestados contrasta con el optimismo que expresa el gobierno sobre la gestión
económica y cierta tendencia a la recuperación.
Con habilidad de detective, Orrio reconstruye diversas series estadísticas
partiendo de la escasa información que brinda la prensa y de las
declaraciones de personeros del régimen, también utiliza cifras de
organismos internacionales como la CEPAL.
Demuestra cómo estas estadísticas no reflejan un crecimiento
económico, lo que explica el escepticismo en la población
encuestada con respecto a la anunciada recuperación económica. "¿Cómo
puede haber crecimiento económico -se pregunta Orrio- si dos variables
fundamentales, como el comercio exterior y el empleo, no han crecido?"
Para responder a estas interrogantes se comparan las cifras del Producto
Interno Bruto (PIB) obtenidas de declaraciones oficiales y otras fuentes del
gobierno observando cómo en las mismas se manifiestan las tendencias de
un modelo económico al que Orrio califica de agotado. Al final denuncia
las manipulaciones estadísticas del régimen.
Similar participación entusiasta provocaron las ponencias "Situación
de la clase cubana y su perspectiva", del licenciado Oscar Espinosa Chepe,
economista independiente y periodista, que no pudo estar presente por convalecer
de una reciente intervención quirúrgica, y el trabajo del
licenciado Nardo Ramos Lazurique, del Instituto Cubano de Economistas
Independientes, titulado: "Crecimiento de la economía cubana a
partir de 1994".
Los aspectos conceptuales de la economía fueron abordados en la
ponencia "La propiedad. Su importancia social", presentada por el
licenciado en ciencias políticas y miembro del Centro de Estudios del
Socialismo Democrático Diego Vicente Tejera, Dimas Castellano.
Cinco economistas del exilio participaron en este seminario. Los trabajos
presentados y debatidos fueron "Democracia económica", de
Salvador E. Subirat, integrante de la Coordinadora Socialdemócrata de
Cuba; "Lecciones de la emergencia: la transición de la economía
centralmente dirigida a la economía de mercado", de Humberto Estévez;
"La importancia de los aspectos institucionales y de economía política
en la transición del socialismo a una economía de mercado: algunas
experiencias de los antiguos países socialistas de Europa y de la URSS
para Cuba", del economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Rolando Castañeda; "Intríngulis de una transformación
económica en Cuba", de Gerardo E. Martínez Solana, secretario
de proyectos alternativos del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, asesor
financiero y ex funcionario de la ONU, y "Economía cubana y economía
mundial: globalización e integración", del profesor de la
Universidad José María Vargas, de Venezuela, Ricardo Sarabaza García.
Las conclusiones del seminario estuvieron a cargo de Fernando Sánchez
López, presidente del Partido Solidaridad Democrática y moderador
en funciones de la MROM, que destacó la importancia que tiene el diálogo
entre la sociedad civil y la población.
En este evento participaron medio centenar de personas, mayoritariamente
miembros de la disidencia organizada, aunque no faltaron ciudadanos sin
militancia en grupos opositores que observaban discretamente el desarrollo de
los debates. En un momento de descanso le pregunté a uno de ellos sus
impresiones sobre lo que allí acontecía. Me contestó
sonriendo y mirando con cierta desconfianza a su alrededor: "Es como
recibir, en pleno rostro, el aire fresco de la mañana".
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