En Pinar del
Río hay niños sin techo
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, febrero - La pobreza de Norma Andares Cala y su familia queda
certificada con sólo mirar los pocos y deteriorados muebles que poseen y
los que hace tiempo permanecen a la intemperie cerca de la calle 4ta entre C y D
del reparto Celso Maragoto, en la Ciudad de Pinar del Río.
Junto a la señora Andares Cala permanecen sus descendientes. Todas
son mujeres y todas ellas fueron víctimas del proceder inescrupuloso del
ex esposo de Andares Cala, que indujo a su ex compañera (aprovechándose
que padece de problemas mentales) a que vendiera el inmueble.
Desde hace meses esta familia de mujeres, cuyas edades oscilan entre 43 años
y 8 meses, deambulan sin techo por esta ciudad. Ninguna entidad del Estado ha
tomado cartas en el asunto, aunque es de público conocimiento.
La pésima vida de estas personas las motivó a penetrar de
manera ilegal en una vivienda que permanecía cerrada luego que el Estado
se la confiscara a una familia que decidió emigrar del país.
Hasta el 31 de enero Andares Cala y su descendencia permaneció en
dicho lugar. Miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) las sacó
de la vivienda. Los funcionarios usaron presiones y promesas para que las
mujeres y niñas abandonaran el sitio.
La PNR nunca investigó por qué esta familia, que antes tenía
vivienda, ahora anda vagando por las calles de Pinar del Río.
El inmueble donde se guareció Andares Cala y su familia, y del cual
la sacó la PNR, fue asignado por los funcionarios a un exitoso jugador de
béisbol de la localidad.
Según fuentes fidedignas el pelotero ya tiene otra residencia en la
Ciudad de Pinar del Río.
La señora Andares Cala y su descendencia vuelven a vivir a la
intemperie. Dos menores de edad de esta familia presentan un estado gripal y
diarreas continuas, en un país donde los portavoces del gobierno
proclaman repetidamente que no hay un solo niño sin techo en el país.
Sin embargo, las promesas no le han faltado a esta desgraciada familia de
Pinar del Río. Funcionarios locales incluso le han expresado su deseo de
que se "alojen" en una edificación que cuenta de cuatro paredes
para evitar la escena de cinco mujeres y niñas viviendo bajo sol y
estrellas.
Una interrogante comienza a ganar terreno en la opinión pública
de esta región: ¿Cómo es posible que las autoridades locales
se hayan pasado el año 2000 decomisando viviendas que se vendieron
ilegalmente y, sin embargo, no hayan actuado en el mismo sentido en el caso de
Andares Cala y su familia?
"¿Será que hay algo oculto en todo este asunto que a los
dirigentes locales no les conviene que salga a la luz?", cuestionó
un anciano que no quiso ser identificado.
Incluso hay opiniones de que las autoridades sólo actúan
cuando se trata de inmuebles de cierta categoría y no cuando son la
residencia de cubanos de a pie.
Entretanto, al menos en Pinar del Río, las afirmaciones de los
portavoces gubernamentales quedan desmentidas con el caso de la familia de Norma
Andares Cala. Aquí sí hay niños sin techo.
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