Bebidas
alcohólicas versus Alimentos
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, febrero - Según el Ministerio de la Industria
Alimenticia (MINAL) el objeto de esa entidad es la producción de
alimentos siempre teniendo en cuenta las necesidades de la población, los
niveles adecuados de calidad y cantidad, así como precios aceptables y
acordes a las posibilidades reales de los cubanos.
Sin embargo, resulta significativo que en un balance realizado por el MINAL
sobre la actividad productiva del 2000 se hable de incrementos en un 6 por
ciento, de cumplimientos en 76 unidades y de 83 que crecieron, aunque se admitió
que no alcanzaron las metas, cuando los mercados están vacíos
desde el mes de noviembre, cuando las cuotas de racionamiento de los productos
son una clarísima evidencia de que existe hambre.
Y si hablamos de precios baste decir que crecen y crecen.
Pero llama la atención que el mayor porcentaje de venta corresponde a
las bebidas alcohólicas (804 millones de pesos), a pesar de que se
incumplió el plan para ese tipo de producto. También los
representantes estatales manifestaron que se fabricaron 25,5 millones de cajas
de cervezas, que aportaron 410 millones de pesos.
Rones y cervezas, ¡valioso ascenso de la Industria Alimenticia! Pero
esa entidad no cumplió en la producción de aceite ni de conservas,
y dejó de producir 32,7 millones de litros de leche.
En otras producciones relacionadas con el ramo de la Agricultura se incumplió,
por ejemplo, en la obtención de carne vacuna y porcina, en las
producciones de verduras, hortalizas y viandas.
Si los funcionarios se refieren a producir para recaudar fondos, o sea para
sacarle el dinero a la gente con cualquier producto, estoy de acuerdo con ellos.
Pero, si se trata de mejorar la alimentación del pueblo de Cuba, ni
hablar: la libreta de racionamiento es la prueba irrefutable del fracaso de los
planes estatales.
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