A un paso de
la ruina el motel del Cerro de Caisimón
Juan Téllez Rodríguez
LAS TUNAS, febrero - El motel del Cerro de Caisimón fue construido en
1977. Lo que otrora fue un centro de recreación para los residentes de
Las Tunas devino en un lugar olvidado por el gobierno de esta localidad. Tan
abandonado lo tienen que no queda siquiera el anuncio en la carretera donde se
advierta a los viajeros sobre la proximidad de dicha instalación. Es como
si quisieran borrarlo para siempre. Pero, al menos, aún queda su sombra.
Este motel, que antes del llamado "período especial" era un
agradable lugar, permaneció cerrado durante los últimos cuatro
meses del año pasado por falta de sábanas y toallas.
No obstante, en enero de 2001, debido a que los propios empleados
gestionaron algunos recursos, decidieron reabrir el motel. Pero, sólo
funcionan ocho de las 24 cabañas que conforman esa instalación.
"Esta desgracia ocurrió de la noche a la mañana. El caos
sobrevino cuando no se sabe qué funcionario gubernamental dispuso que el
motel ya no iba a estar bajo la dirección de la Empresa Provincial de
Turismo, sino sujeto a la Dirección de Comercio y Gastronomía de
Manatí, en esta provincia", explica una fuente vinculada al
problema.
Y el resultado de tal medida no se hizo esperar. Los que ahora visitan el
motel del Cerro de Caisimón recuerdan con nostalgia la buena cocina del
lugar, con sus variados platos y excelente presentación.
Hoy por hoy la instalación es casi una escena desagradable. El
restaurante asustaría a cualquiera con sólo echar un vistazo al
desvencijado mobiliario y a la vajilla anacrónica y gastada. Sólo
el hambre de los que van de paso salva el nombre de restaurante a ese sitio.
En cuanto al motel, se cae diariamente a pedazos. El equipo de refrigeración
del almacén está roto, dicen que la máquina se quemó.
Al lado del almacén, aunque parezca increíble, una cocina de leña
donde se procesan los alimentos recuerda el improvisado fogón de los
campamentos de los cortadores de caña. Así se cocina allí
hace más de un año.
Respecto a las áreas verdes baste decir que están totalmente
abandonadas y que carecen de alumbrado eléctrico.
Por otra parte, de los 18 equipos de aire acondicionado que antes
funcionaban en el motel sólo quedan dos. Lo curioso es que todos estos
equipos están reportados como "en existencia" a pesar de que no
están en condiciones ni de ser reparados, según informes de
especialistas en el tema.
La mayoría de las cabañas están remendadas a base de
pedazos de carteles, letreros de mal gusto, puertas improvisadas, en fin, no hay
ninguna porción de belleza en el motel de Cerro de Caisimón.
El menú "de lujo" que se oferta en esa instalación
es limonada y emparedado de jamonada, en el desayuno; y ocasionalmente un poco
de chilindrón (carne de chivo) en las comidas y almuerzos.
Por la pésima calidad del servicio, la opinión generalizada es
que el lugar debería ser declarado como "vanguardia del desastre".
Sin embargo, de manera irónica, un cartel expresa que se trata de un
centro de "segunda categoría".
"Lo que están es estafándole los bolsillos a los pocos
comensales que llegan al lugar", coinciden varias víctimas del mal
servicio del motel.
"Si cierran el motel la gente joven de la zona también perdería
su única opción recreativa. Este lugar es sólo un ejemplo
de cómo están todas las instalaciones de ese tipo, las cuales son
atendidas por empresas estatales que no disponen de dólares porque no están
al servicio del turismo", dijo uno de nuestros entrevistados.
El hombre agregó: "Al gobierno poco le importa que los centros
para el disfrute del pueblo estén al borde del colapso".
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|