Televisores
por méritos
Claudia Vázquez Linares, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - La televisión ha sido un
gran invento para el desarrollo de la humanidad. Primero en blanco y negro, y más
tarde, a colores, el mundo que nos rodea se podía contemplar desde la
sala de nuestra casa. Cuba fue uno de los primeros países en Latinoamérica
en disfrutar de la pequeña pantalla a principios de la década de
los años cincuenta.
A las puertas del siglo XXI, adquirir un televisor resulta un dolor de
cabeza para los cubanos que no poseen dólares. La reciente adquisición
por parte del gobierno cubano de miles de aparatos chinos, provoca no pocas
discusiones entre los vecinos que aspiran a sustituir sus maltrechos televisores
marca Caribe, en blanco y negro, por los modernos equipos marca ATEC-Panda.
En cada barrio de la capital se selecciona una comisión formada por
los dirigentes de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y
del Poder Popular, encargada de recibir las solicitudes de los ciudadanos
discapacitados o jubilados que deseen adquirir el equipo por 4 mil pesos, el
cual pueden pagar a plazos.
La comisión debe tener en cuenta los méritos de los
solicitantes, es decir, la trayectoria revolucionaria.
María, una discapacitada física que presentó una
solicitud a la comisión de su cuadra, nos cuenta cómo en su barrio
se cometió una injusticia: "Le dieron el televisor a una familia que
no lo merecía. La comisión se reunió y entre ellos
decidieron sin consultar a los vecinos.. Ahí hubo más amiguismo
que otra cosa. Yo llevo más de siete años sin televisor y todo el
mundo sabe que mi hijo de 16 años es retrasado mental y yo soy
discapacitada".
La reunión para reconocer que el procedimiento fue erróneo se
celebró en la cuadra de María. Los vecinos se echaban en cara,
unos a otros, los trabajos voluntarios a los que no asistieron, las guardias del
comité que no cumplieron, la actitud revolucionaria de la familia, e
incluso alguien refirió que hubo discriminación, pues el televisor
se lo otorgaron a las amistades de la presidenta del CDR. En Cuba esto se conoce
como "sacarle los trapos sucios" a la gente.
Muchos ciudadanos aspiran a que el gobierno vuelva a otorgar la posibilidad
de adquirir televisores chinos, pues por el momento los barrios reciben uno por
cada 146 habitantes y las solicitudes aumentan. En las "shoppings" se
venden actualmente los televisores ATEC-Panda a 430 dólares, y la mayoría
no puede comprarlo, pues el salario mensual promedio no rebasa los 15 dólares.
Vender equipos electrodomésticos a cambio de lo que el gobierno llama
"actitudes revolucionarias" es una forma de comprometer a los
ciudadanos con el régimen. Los cubanos, como no pueden cubrir sus
necesidades con el salario que ganan, continúan dependiendo de la política
hasta para tener un televisor chino en la sala de la casa.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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