MADRID. Antonio Rojas. ABC.
España, diciembre 26, 2001.
Miembro del grupo cubano afincado en Madrid Habana Abierta, el cantante y
guitarrista Kelvis Ochoa (Las Tunas, 1970) se ha propuesto descubrir al público
los novedosos ritmos de su Cuba natal. En un disco homónimo -el primero
en solitario de su carrera- se adentra por los vericuetos de los sonidos más
actuales, sin renunciar por ello a los géneros tradicionales de su país,
sobre los que sustenta una propuesta alegre y refrescante que algunos ya se han
apresurado a bautizar como nuevo pop cubano. Una etiqueta con la que no está
muy de acuerdo el músico. «No me gusta etiquetar, ni que la gente lo
haga. Sólo pretendo que el público reciba mi música como
comunicación, como fiesta», aclara.
En los trece temas que incluye «Kelvis», este inquieto y simpático
trovador invita a todos a vivir felices. «Le canto a la vida, a la alegría,
al buen rollo, a pasarlo bien», explica. La inspiración para
componer la halla en lo más cercano, en el mundo que le circunda. «Echo
la mirada a lo que me rodea, a lo que me toca, a lo que me llena, a lo que mueve
mi corazón, a lo que me produce placer, a la amistad, a las risas, a la
diversión».
En uno de los cortes, titulado Si tú no quieres, participa la artista
brasileña Fernanda Abreu, que interpreta algunas estrofas en clave de
rap. «Su intervención es todo un lujazo». En otros, como «Así
así», «No seas mala», «Es de verdad», «Milonga
sentimental», «Me suena» o «Sudando y meciendo»,
recubre de modernidad la conga, el chachachá o el son. La producción
la firma el incombustible Alejo Stivel, responsable de los trabajos de nombres
como La Cabra Mecánica, M-Clan, La Oreja de Van Gogh, Ariel Rot o El
Canto del Loco. «Alejo llevaba tiempo queriendo trabajar conmigo. Yo tenía
algunos temas hechos y quería darles salida. Así que fue muy fácil
entendernos», recuerda.
Kelvis, que confiesa sentirse «cada vez más latino»,
insiste en que la aparición de este álbum no supone su marcha de
Habana Abierta, ni la disolución de la banda, con la que ha grabado dos
compactos, «Habana Abierta» y «24 horas». «Se trata
sencillamente de un paréntesis, no del fin. Ahora queremos dar salida a
las distintas carreras individuales».
Por el momento, además de a la promoción de su trabajo, este
cantautor cubano, que de pequeño cantaba «en un inglés muy
dudoso temas de Michael Jackson», se dedicará a componer para otros
intérpretes. «No he parado nunca de hacer cosas y no voy a detenerme
ahora», proclama.
Establecido en Madrid desde 1996, valora positivamente su etapa española,
en la que ha vivido «los mejores y los peores momentos de mi vida». «Trasladarme
a Europa fue una decisión necesaria de la que no me arrepiento». No
se plantea regresar en un corto plazo a Cuba, a la que hace poco realizó
una breve visita después de cinco años de ausencia. |