A un bagazo
poco caso
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Luis Ortega es un periodista cubano
que reside en Estados Unidos hace varios años. Este señor es un
comunista de vieja data o es alguien, no cabe dudas, que tiene amores
comunistas.
Como buen comunista, Ortega aprovecha todas las posibilidades que da la
democracia y para esto se encuentra en Estados Unidos. Allí, en la "trinchera"
que le ordenaron ocupar, resulta evidente que cumple las órdenes de su "comandante
en jefe".
Por esto Ortega publica sus artículos en la prensa de ese país
(aunque en Cuba también le han publicado), en los que defiende a la
revolución -entiéndase una de las más viejas dictaduras en
la historia del mundo- o ataca a quienes no simpatizan con el régimen
castrista. Así actúa Ortega a contrapelo con la historia, a
contrapelo incluso de nuestra cultura como nación.
En este contexto, Ortega publicó en La Prensa de New York el artículo
"La nación que va cuajando", que más tarde reprodujo el
The Miami Post. En su escrito el periodista, de forma inescrupulosa ataca a sus
colegas independientes que residen en Cuba.
Coincidentemente, las diatribas que lanza Ortega en "La nación
va cuajando" son idénticas a las que los periodistas del régimen
de Fidel Castro escriben a cada rato en los medios cubanos, que son exclusiva
propiedad del Estado socialista.
Ortega expresa: "No hay tal prensa independiente. Ese batallón
de supuestos periodistas está a sueldo de la Sección de Intereses
de Estados Unidos y recibe, además, dinero del Miami Herald y de algunos
grupos de Miami y New York. Los llamados periodistas independientes que no
reciben, ciertamente, muchas presiones del gobierno de Cuba y que, inclusive,
hablan todas las semanas por radio, desde Cuba para Miami, sin ser molestados,
no son realmente periodistas".
Ortega es un mentiroso. Si se respetara un poco demostraría con
pruebas lo que ha dicho. Pero hay algo que deseo significar: si los periodistas
independientes habláramos por radio en Cuba, él no estaría
escribiendo estas mentiras, porque el gobierno de Castro ya no existiría.
Además, con el mismo derecho que Ortega afirma que no somos
periodistas, yo también puedo aseverar que él es chupatintas y
plumífero. Aclaro: lo de plumífero no tiene nada que ver con la
homosexualidad, pues las preferencias sexuales de cada quien es un asunto muy
personal, sino que lo verdaderamente vergonzoso es ser homosexual de ideas.
Ortega menciona el supuesto fatalismo geográfico de Cuba al estar
cerca de Estados Unidos. ¡Qué fatalismo ni ocho bagazos! Lo fatídico
para Cuba es haber caído en las garras del comunismo, porque éste
nada nos ha dado y mucho, muchísimo nos ha quitado.
El señor Ortega también trata de tergiversar la historia y
asegura: "La generación llamada libertadora, en 1898, estaba
seriamente infiltrada por los anexionistas".
Nada de infiltrada. Ya el 24 de octubre, a sólo 14 días del
Grito de Yara, Carlos Manuel de Céspedes, a quien todos aceptamos como el
padre de la patria, le decía en una carta al secretario de Estado de los
Estados Unidos, W.H. Seward, lo siguiente: "(...) no será dudoso ni
extraño que después de habernos constituido en nación
independiente, formemos, más tarde o más temprano, una parte
integrante de tan poderoso Estado; porque los pueblos de América están
llamados a formar una sola nación y ser la admiración y el asombro
del mundo entero".
Carlos Manuel de Céspedes pidió la anexión a Estados
Unidos en varias ocasiones, fueron los Estados Unidos los que no prestaron
atención a esas peticiones. La Asamblea de Guáimaro, en pleno,
también pidió la anexión.
Eso fue en aquella época. Ahora para que Estados Unidos quisiera
anexionarse a Cuba tendrían que enloquecer todos los habitantes de ese país.
Principalmente por dos razones. La primera, que para llevar a Cuba nada más
que al nivel de Puerto Rico habría que gastar una cifra inimaginable de
miles de millones. La segunda, porque nosotros seguiremos siendo cubanos, nadie
nos va a cambiar.
El periodista Ortega termina su artículo diciendo: "A pesar de
todo, Cuba va cuajando como nación". Qué argumento tan
politiquero, qué falacia. Cuba hace mucho tiempo que es una nación.
Estoy convencido de que muchos colegas van a criticarme por haberle dedicado
un par de cuartillas a Luis Ortega, porque verdaderamente sus opiniones pueden
contestarse con una oración que tiene rima, y muchos cubanos conocen: "A
un bagazo poco caso, a un mo... poca atención".
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