El tiempo
redactará la mejor crónica
Caridad Cristina Alvarez, Grupo Decoro
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - El periodismo es un ejercicio noble
con o sin dinero. La prensa independiente no se extingue, sino que se extiende.
Su objetivo es escribir sobre la realidad. No es mercenaria, como dicen los
periodistas del Partido Comunista, que controla todos los medios nacionales,
sino que es periodismo nacional, arriesgado, sin garantías, pero libre.
Las noticias y artículos de los periodistas independientes son
publicados y leídos por los cubanos exiliados y por personas de otros países.
Es un periodismo de éxito porque es diverso en sus criterios, polémico,
no pretende aplastar a nadie ni engañar a muchos. Ni llora ni adula.
Cada agencia independientes es precisamente eso. Nadie copia a nadie ni
repite lo que dijo quien lo dijo. No son agencias de papagayos. Expresan lo que
piensan. Todos piensan.
Nadie espera una señal para adoptar una postura. Si hay errores se
corrigen, si hay aciertos se celebran, si hay que discutir se discute. El
periodismo independiente está integrado por seres humanos. Dentro de
esta disciplina nadie ha intentado creerse perfecto. La perfección no
alcanza a ningún mortal. Quien se sienta perfecto está equivocado.
El nivel escolar de las agencias está equilibrado: en ellas hay
personas que no pudieron estudiar periodismo porque el proceso de selección
para ese tipo de carrera es triturador, otros son brillantes intelectuales y en
todas hay mucha voluntad de enseñar y aprender.
La exigencia aumenta. Se investiga a profundidad. Se organizan las ideas. Se
hace periodismo. A los detractores de la prensa libre les causa dolor ver que en
los últimos seis años los independientes no sólo han
resistido los embates de la policía política, sino que hasta se
han fortalecido. Adoptaron una posición y la mantienen.
Las transmisiones de los periodistas independientes hacia medios en el
exterior del país, de manera principal a través de teléfono
y telefax, son interrumpidas constantemente. No transmiten desde instalaciones
modernas y bien equipadas, sino desde humildes viviendas ubicadas en cualquier
barrio del país.
Los cubanos se identifican con el periodista independiente. Lo ayudan en
secreto. Las fuentes son cautelosas pero cooperan. Algunos son menos
conservadores y quieren leer lo que les está prohibido por norma
nacional, porque están hartos de tanta maravilla y sobrecumplimiento de
planes que se lee en la prensa gubernamental. El pueblo también quiere oír
la versión de los independientes.
La prensa libre cubana salva obstáculos, muestra coraje, es digna, se
enfrenta a sus verdugos con análisis serenos y argumentos tan sólidos
que sólo le deja a los adversarios la posibilidad de adjetivar y lanzar
calumnias. Todo lo que escriben los independientes acontece y es verificable.
Tienen los periodistas independientes su actitud por galardón.
Reciben la fuerza que emana del cielo, así como el respecto de los
cubanos y extranjeros que aborrecen la mentira. El tiempo redactará la
mejor crónica sobre ellos.
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