La ley del
absurdo
Caridad Cristina Alvarez, Grupo Decoro
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - El Ministerio de Salud Pública
de Cuba es un organismo dogmático. Se sujeta a directrices que atentan
contra la integridad y el desarrollo del ser humano, y muchas personas son
afectadas por los esquematismos de esta institución.
Tal es el caso de Vicky, una joven de Niquero que, deseosa de progresar, se
trasladó hacia La Habana en agosto del año 2000, se hospedó
en la casa de su padre, donde permanece en calidad de visitante porque las leyes
vigentes en el país le impiden que cambie su dirección. Por tanto,
se convirtió en lo que llaman una emigrante ilegal dentro de su propio país.
Vicky conoció a Rubén. Desde el principio se amaron. Luego
trataron de establecer una familia, pero esto ha sido imposible porque están
atrapados por las leyes del absurdo.
Al poco tiempo la joven quedó embarazada. Decidieron tener el bebé
y luchar contra las adversidades. Pero, a las 24 semanas, Vicky se sintió
muy mal, por lo que acudió al cuerpo de guardia de Maternidad Obrera,
donde le indicaron que tenía que realizarse un ultrasonido de urgencia.
Después, la especialista diagnosticó peligro de aborto y le
indicó reposo. Por ello, Vicky fue remitida hacia el hogar materno de su
zona de residencia.
Así llegó la joven al hogar materno de Alquízar. La
empleada de Admisión recibió el documento de remisión y
luego le pidió a Vicky su carnet de identidad. Ella le extendió el
documento a la empleada y ésta, después de leer la dirección
inscripta en el mismo, le dijo a Vicky: "No te puedo ingresar porque la
dirección del carnet es de Niquero, y esto es Alquízar. Ve a la
dirección y plantea tu caso".
Vicky conversó con la directora del hogar materno, le explicó
el problema. La funcionaria escuchó a la muchacha con expresión
comprensiva y, con un gesto casi maternal, le comunicó: "Lo siento
mucho, pero no puedo hacer nada por ti, no está establecido que una
embarazada de Niquero ocupe una cama en el hogar materno de Alquízar".
La joven se transformó en un ovillo de súplicas. Se sintió
humillada, excluida, lloró. La maternal funcionaria se transformó,
o mejor dicho se mostró como era realmente y simplemente expresó: "Te
avisaré, si en algún momento tengo una cama vacía".
Concluyó el encuentro.
Vicky llegó a la casa de su padre que, por ley, nunca podrá
ser de ella. Rubén palideció con la noticia. El ha recurrido a
todas las autoridades municipales: Poder Popular, Partido Comunista de Cuba...
ninguna de estas entidades hizo nada por ellos.
A las tres semanas de gestiones y espera, el organismo de Vicky no aguantó
más: perdió la criatura. Era una niña de 27 semanas. Y
digan lo que digan los médicos en sus informes, ella murió por lo
absurdo de una ley.
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