Chachachá
no, ¡dengue!
Héctor Maseda, Grupo Decoro
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Diariamente aparecen nuevos
reportes de dengue en los quince municipios que conforman Ciudad La Habana. Las
víctimas de este flagelo se deben a la ausencia de algunos ingredientes
en la campaña de fumigación que desarrollan las autoridades
sanitarias, al mal trabajo de quienes la ejecutan y a la deficiente gestión
del Ministerio de Salud Pública de Cuba.
Después de 45 días de intensa campaña dirigida por ese
ministerio contra el agente transmisor que provoca la epidemia en la provincia,
el mosquito Aedes aegyptis, aumenta el número de personas que contraen
dengue, o de personas que sin tener aún el diagnóstico definitivo
de la enfermedad, presentan los síntomas característicos de la
misma: fuertes dolores de cabeza y en las articulaciones, mareos y decaimiento
general,
así como vómitos acompañados de hemorragias en su versión
más agresiva.
"Varias provincias colaboran con los habaneros para reforzar el trabajo
que se realiza en las zonas costeras de esta ciudad", reveló uno de
los integrantes del grupo de treinta hombres enviados por la provincia Granma.
"Hace diez años -apuntó un fumigador retirado- el dengue
hemorrágico y el benigno afectaron a nuestra población en todo el
territorio nacional, provocaron decenas de muertes y miles de hospitalizados.
Sin embargo, en pocos días se pudo controlar el brote, y pasadas dos o
tres semanas quedó erradicado, al no reportarse nuevos casos. Pero en la
actualidad no ocurre lo mismo".
El ex trabajador de Salud Pública añadió: "Las
razones son diversas. No se está utilizando Abate, producto que sirve
para eliminar los criaderos de mosquito. Tampoco los fumigadores usan alcohol
para después flamear en derredor y dentro de los depósitos vacíos
para eliminar los huevos del mosquito. De la misma manera, no se hace uso del
producto conocido por Bayte, que destruye los huevos del mosquito y de otros
insectos dañinos".
La fuente, refiriéndose al producto químico con que se fumiga
ahora, explicó: "La efectividad de la mezcla vaporizada que sale de
la motomochila no es tan segura como antiguamente. Espanta a los mosquitos, pero
al poco rato vuelven como si nada. No hay nivel de exigencia por los
fumigadores. Los usuarios dan cualquier excusa para que no fumiguen su casa, y
ellos la aceptan siempre que digan a los inspectores que sí fumigaron".
El ex fumigador concluyó: "Si no interrumpimos el ciclo
reproductor de este dañino vector, no se eliminará el dengue en
cualquiera de sus variantes, ni en la capital ni en el resto del país".
En tanto, crece el número de infectados con dengue en la capital del
país, y ya el gobierno de Fidel Castro no puede ocultar la epidemia que,
desde hace meses, venía reportando la prensa independiente cubana.
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