Publicado el 14 de diciembre de 2001 en
El Nuevo Herald
Cadena perpetua para otro espía cubano
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
El segundo agente cubano condenado ayer a cadena perpetua por espionaje en
instalaciones militares dijo a la jueza, momentos antes de imponérsele la
sentencia, que usaría en la cárcel el uniforme de preso con el
mismo honor que los soldados usan sus medallas.
"Llevaré el uniforme de recluso con el mismo orgullo y honor que
un soldado lleva sus más preciadas medallas'', dijo Ramón Labañino,
de 38 años, momentos antes de ser sentenciado a una cadena perpetua y 216
meses de cárcel adicionales.
La aseveración le sirvió de fundamento a la fiscalía
para pedir, minutos después, a la jueza la cadena perpetua para el
acusado, por conspirar para obtener secretos militares y espiar en bases
militares estadounidenses.
"Hemos visto que el acusado no se ha arrepentido de nada. El nos dijo
claramente que vino aquí a servir a su país, y eso es lo único
que le interesa'', dijo la fiscal asistente Caroline Heck-Miller.
Labañino sostuvo que "Cuba, mi país, tiene derecho a
defenderse de ataques terroristas'', y que por eso envió una red de
agentes al sur de la Florida.
La jueza Joan A. Lenard recordó sin embargo que la Red Avispa dedicó
grandes esfuerzos a infiltrar la maquinaria militar estadounidense y "el
acusado fue uno de los supervisores de esa operación''.
"Conspirar para cometer espionaje es un crimen serio, sancionado con la
cadena perpetua'', añadió la jueza, leyendo los lineamientos de
sentencia, los cuales fueron objeto de polémica entre la fiscalía
y el abogado defensor, William Norris.
"Señoría, mi cliente no hizo absolutamente nada que
pusiera en peligro la seguridad de Estados Unidos'', alegó Norris, frente
al argumento de la fiscal asistente Heck Miller de que las actividades del espía
en Estados Unidos "dañaron seriamente la seguridad del país''.
En su alegato, que leyó durante 40 minutos, con los pies encadenados,
Labañino acusó a las autoridades estadounidenses de dejarse
presionar por "la extrema derecha de Miami interesada en llevar el
terrorismo a Cuba'' para lograr las condenas impuestas por Lenard: dos cadenas
perpetuas el miércolesa Gerardo Hernández, el presunto cabecilla
de la Red Avispa, y la de ayer.
"Si algo me ha asombrado en este juicio fue los esfuerzos de la fiscalía
de representar a ese sector [de los exiliados] a todas costas. Para nosotros,
los fiscales no representan a Estados Unidos''.
Heck-Miller no quiso contestar a la declaración, pero dijo a El Nuevo
Herald que la sentencia de Labañino envía un mensaje muy fuerte.
"No vengan a espiar nuestras bases militares para hacernos daño,
porque si lo hacen Estados Unidos los descubrirá, los apresará y
los condenará a los castigos más duros que la ley permita'', dijo
la fiscal asistente.
Según documentación del proceso, Labañino estuvo a
principios de la década de 1990 viviendo en la cercanías de la
base aérea de McDill, en Tampa, vigilando el tráfico aéreo
militar; después fue enviado al sur de la Florida, cuando en el Ejército
decidió mudar la sede del Comando Sur de Ciudad Panamá a Miami.
Durante el juicio, la fiscalía presentó un vídeo donde
se ve a Labañino intercambiando información y materiales escritos
con un diplomático cubano en el baño de una restaurante de comida
rápida en Long Island, Nueva York.
Por otro lado, el canciller cubano Felipe Pérez Roque reaccionó
ayer a la doble cadena perpetua impuesta a Hernández.
"El joven cubano que condenaron a cadena perpetua no ha participado en
ninguna actividad de espionaje contra Estados Unidos. Es una gravísima
injusticia'', dijo el ministro cubano durante una visita a Venezuela.
Parte un carguero de EU rumbo a Cuba
Senadores discuten si facilitar los términos de las compras
Tim Johnson / The Miami Herald. Washington
Por primera vez en 38 años, un barco cargado con mercancías
norteamericanas saldrá hoy de Nueva Orleans rumbo a La Habana, llevando
no sólo maíz sino también la esperanza de un ulterior
relajamiento del embargo.
Mientras el carguero de 623 pies de eslora cargaba 24,000 toneladas de maíz
en Ama, Louisiana, senadores en Washington discutían si facilitar los términos
de las compras de alimentos y medicinas para Cuba.
El M.V. Ikan Mazatlán llegará a La Habana el sábado por
la noche o el domingo por la mañana.
Otros embarques vendrán posteriormente. Una carga de pollos
congelados saldrá de Jacksonville rumbo a Cuba el sábado, y otros
embarques de granos pudieran salir de Mississippi la semana que viene.
Este comercio cae dentro de una liberalizada ley de ventas de alimentos a
Cuba aprobada el año pasado, y funcionarios estadounidenses insistieron
en que de ninguna manera el acuerdo auguraba un levantamiento del embargo
comercial. Los comisionistas de granos, sin embargo, invitaron a dos
gobernadores y a un puñado de legisladores a celebrar esta mañana
la salida del carguero, propiedad mexicana, de Nueva Orleans, considerando su
viaje como una apertura simbólica del cerrado mercado cubano.
Había mucha excitación en Nueva Orleans en relación con
el primer embarque. Antes del triunfo de la revolución de 1959, el puerto
se beneficiaba del amplio comercio entre Cuba y Estados Unidos.
"Sale de Louisiana, un estado que perdió aproximadamente 5,000
empleos relacionados con el puerto entre 1960 y 1963 cuando varias etapas de
embargo entraron en vigor'', dijo Kavulich.
Como una forma de levantar presión para el relajamiento del embargo,
los comisionistas de mercancías y defensores del levantamiento del
embargo trataron de diseminar los beneficios de los $30 millones en comercio
humanitario con un cierto número de líneas de cargueros,
vendedores de granos y pollos y puertos del Golfo de México.
Un alto funcionario del Departamento de Estado, hablando en condiciones de
anonimato, dijo recientemente que las ventas de alimentos eran permitidas
siempre que Cuba pague en moneda dura.
"La realidad es que no hay levantamiento del embargo. No hay ninguna
nueva era. Nuestras preocupaciones en relación con Cuba no han
cambiado'', dijo.
En el Congreso, senadores discutían el lenguaje de un gran proyecto
de ley agrícola que le permitiría a Cuba comprar productos del
agro al crédito en vez de sólo en efectivo.
Opositores, como el senador Bob Graham de la Florida, dijeron que el
gobierno de Estados Unidos no debería de relajar los términos del
comercio con una nación que la administración de Bush consideraba
promotora del terrorismo.
"El gobierno cubano no paga sus deudas'', añadió el
senador Jesse Helms, republicano por Carolina del Norte. "¿Por qué
debería estar ansioso un senador por que las empresas de su estado corran
el peligro de hacer negocios con el régimen de Castro?
De acuerdo a un cable de la Agence France Presse, es la primera exportación
de alimentos a Cuba aprobada por el gobierno norteamericano en 40 años.
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