Sin permiso
de la Historia
Tania Díaz Castro, UPECI
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - En días recientes fue
presentado en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) -sin
permiso de la Historia- el libro "Absuelto por la Historia", del
colega Luis Báez (1936), autor además de otras obras de extrema
incondicionalidad al régimen político de la Cuba actual.
El libro recoge 213 opiniones sobre el presidente Fidel Castro, y se anuncia
una segunda parte con cantidad similar de criterios, todos positivos a Castro.
Como de opiniones se trata, yo deseo dar la mía, porque no quiero
quedarme fuera de ese derecho que, según la Carta Magna de la ONU,
corresponde a todo ser racional del planeta.
No me atrevería, como hace Báez, a hacer veredicto final sobre
un hecho que aún no ha concluido, puesto que la Historia -como
conocimiento del pasado- requiere de análisis, y para hacer ese análisis
debemos valernos de los resultados finales.
Sólo por citar un ejemplo recuerdo ahora a la bailarina
estadounidense Isadora Duncan, una de las figuras más innovadoras en la
historia de la danza. En su tiempo fue duramente criticada por su afán de
romper con los convencionalismos sociales impuestos a la mujer, mientras que hoy
esa rebeldía suya es reconocida por todas las democracias que establecen
la igualdad de derechos entre ambos sexos.
Refiriéndome de nuevo al libro de Báez, me pregunto qué
autoridad histórica tienen esas 213 personalidades (políticos,
científicos, deportistas, artistas...), en su mayoría extranjeros,
para llegar a conclusiones sobre un político en el poder que, como los
monarcas de antaño, ha permanecido en él por demasiado tiempo.
Si el bosque no puede apreciarse desde adentro, mucho menos puede juzgarse
la obra de un hombre que aún no ha llegado a su final, que aún no
ha perdido completamente su actualidad; por lo tanto, aún no ha pasado a
la Historia. Este juicio estará a cargo de las generaciones futuras,
ellas serán quienes despejen confusiones y trabazones a través del
curso del tiempo.
Si la Historia es el conocimiento del pasado, la "maestra de la vida",
¿a quién se pidió permiso para decir la última
palabra?
Podrían hacerse otros libros con largas listas de opiniones, pero en
este caso contrarias, también de figuras prestigiosas de la cultura, la
política y las ciencias, encabezadas, por ejemplo, por autoridades como
Andrei Sajarov, Mario Vargas Llosa, Richard Nixon, Carlos Alberto Montaner, Lech
Wallesa, Guillermo Cabrera Infante, Elena Bonner, Jorge Luis Borges, Jeanne
Kirkpatric, Vaclac Havel, Octavio Paz, Reynaldo Arenas, Manuel Moreno Fraginals,
Ricardo Bofill Pagés, creador del actual movimiento de derechos humanos,
y muchos más.
Pero ni aún así ese libro sería suficiente para
ablandar el rigor de la Historia. Todo a su tiempo.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|