Violencia
policial en abundancia en el Día de los Derechos Humanos
LA HABANA, 11 de diciembre (Fara Armenteros, UPECI / www.cubanet.org) -
Operativos y violencia policial caracterizaron el Día de los Derechos
Humanos, el 10 de diciembre, en las provincias cubanas Matanzas y Villa Clara,
Ciudad de La Habana y en el municipio especial Isla de la Juventud.
En la localidad matancera Pedro Betancourt fueron arrestados desde las cinco
de la madrugada los hermanos Guido, Miguel, Ariel y Juan Francisco Sigler Amaya,
así como a Antonio Pérez, todos integrantes del Movimiento
Independiente Opción Alternativa.
Horas después de la detención, Miguel Sigler llamó por
teléfono a su esposa para comunicarle que habían sido abandonados
a su suerte en un punto no precisado del municipio Sagua la Grande, en la
provincia Villa Clara, donde los empujaron del vehículo causándole
lesiones al caer. El chofer del carro impidió que se subieran nuevamente
al mismo dando cortes para impactar con la carrocería a los activistas.
Como los hermanos Sigler insistieron en que los devolvieran a su lugar de
origen, los gendarmes detuvieron el vehículo, los golpearon y hasta
usaron un madero en el ataque.
Por su parte, la esposa de Miguel Sigler, Josefa López, reveló
que el oficial de la Seguridad del Estado que se identifica como Braulio Brito
le dijo que si las mujeres de la familia Sigler se atrevían a celebrar el
aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos ellos,
los de la policía política, tenían preparado un grupo de
mujeres especialistas en artes marciales para que se lo impidieran.
Sin embargo, la señora López reunió en el portal de su
vivienda a un grupo de activistas que no habían sido arrestados y
comenzaron la conmemoración de la Declaración Universal entonando
el himno nacional cubano.
Después trataron de leer un comunicado, pero fueron agredidos por
agentes de la policía política, y en el forcejeo el documento
resultó roto.
"El comunicado me lo arrebató de la mano una mujer militar",
precisó la señora López.
Por otro lado, en Placetas, provincia Villa Clara, una operación
policiaca impidió a los activistas del Movimiento de Resistencia Cívica
Pedro Luis Boitel y a un grupo de madres y esposas de prisioneros políticos
que se reunieran en la vivienda de la activista Bertha Antúnez Pernet.
Al no poder acceder al lugar convenido, una parte de los disidentes burlaron
la vigilancia y realizaron la actividad en la sede de la biblioteca
independiente Pedro Luis Boitel, con sede en esa localidad.
En Ciudad de La Habana el principal operativo de la Seguridad del Estado se
desarrolló en torno al domicilio de Leonardo Bruzón Avila,
presidente del Movimiento 24 de Febrero, que fue sitiado por efectivos de ese
cuerpo represivo, quienes maltrataron e impidieron por la fuerza que los
activistas llegaran al lugar convenido para el acto por el 53 aniversario del
documento de Naciones Unidas.
De igual manera sucedió en el municipio especial Isla de la Juventud,
donde fueron arrestados los activistas de la Fundación Pinera de Derechos
Humanos.
No obstante, todo no fue adverso para los activistas cubanos. En pleno corazón
de la capital, miembros de los Municipios Pro Derechos Humanos y de otras
agrupaciones repartieron varios centenares de copias de la Declaración
Universal a los transeúntes.
"Los recibían con gusto", confirmó Rogelio Martínez
refiriéndose al texto de la ONU, que en Cuba el Departamento de Seguridad
del Estado (DSE) lo considera material subversivo.
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