El embargo
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Hace ya décadas que existe
el embargo estadounidense contra el régimen de Cuba. Su objetivo,
evidentemente, ha sido el de lograr cambios políticos en la isla. Esta
meta no ha sido alcanzada, auque sí se ha erosionado al sistema
totalitario que dirige Fidel Castro.
El embargo, quizás por su larga permanencia, tiene, tanto fuera como
dentro de Cuba, quienes están a su favor de forma total y quienes lo
condenan radicalmente. Por tanto, el tema nunca está huérfano de
emociones.
Quien esto escribe ni siquiera va a dar su punto de vista acerca de si el
embargo debe mantenerse o levantarse, sino que simplemente haré algunas
acotaciones de forma directa para que nadie pierda el tiempo innecesariamente
sobre un asunto que se ha tornado ineludible.
Durante mucho tiempo, el gobierno de Castro ha calificado al embargo de
bloqueo, y lo define últimamente como guerra económica. Sabemos,
por lo que estamos viviendo, que ambos términos son inadecuados y que sólo
pueden inscribirse dentro de la propaganda política.
Siempre el régimen ha utilizado al embargo como pretexto para
justificar todos o casi todos los problemas sociales y económicos de la
población cubana. No obstante, sabemos que siempre buscará y tendrá
una justificación para tratar de explicar sus fracasos, su procedimiento
opresor.
El embargo no ha logrado su meta principal. Primero, porque el régimen
tuvo todo el apoyo de Europa del Este, fundamentalmente de la ex Unión
Soviética, que quería mantener en América -a cualquier
costo, recordemos la Crisis de los Misiles- un centro comunista. En segundo
lugar, porque Occidente no ha logrado adoptar una sola dirección en este
asunto, de forma sensata.
En este último aspecto influyen no sólo las valoraciones de
intereses propios -incluido lo ético y lo económico- de cada nación
o de una región determinada, sino hasta modos de ver la vida y el mundo.
Pero lo cierto es que por casi 43 años se ha mantenido el mismo grupo
de personas en el poder maltratando y violentando los derechos políticos
y civiles de la mayoría de la población cubana. Este grupo ha dado
y da pruebas más que fehacientes de que nada más entiende su
propio lenguaje, que nada más le convienen sus propios intereses.
Así, el artículo 5 de la Constitución de 1976 establece
que: "El Partido Comunista de Cuba ... es la fuerza dirigente superior de
la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los
altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la
sociedad comunista".
Eso, más que cualquier embargo exterior, limita las potencialidades y
posibilidades de los cubanos y viola derechos tales como el que tiene todo ser
humano de participar en el gobierno de su país, ya sea directamente o por
medio de representantes escogidos de manera libre, así como el de acceso
-en condiciones de igualdad- a las funciones públicas de la nación.
Son muchas las indicaciones que dejan claro que levantar el embargo sin
condiciones, sin que el régimen de Fidel Castro dé pasos hacia la
democracia, sería un error que gravitaría durante mucho tiempo
sobre las vidas de los cubanos.
Sabemos que ésta es una era de democracia y, por tanto, que un
sistema como el que existe en Cuba no puede perdurar. Pero los tiempos a veces
necesitan ser guiados, necesitan ser ayudados para que cumplan rápida y
cabalmente con su cometido.
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