"A la
poesía de Lennon yo no le he hecho el menor caso", Silvio Rodríguez
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - A John Lennon, congelado en bronce
en una plaza habanera, la dictadura cubana lo quiere convertir en su cómplice,
presentando al ex beatle como socialista y pacifista. Pero ocultan que las ideas
sociales de Lennon son incompatibles con los regímenes de fuerza, y lo
mismo que se opuso a la guerra en Vietnam, también estuvo opuesto a la
invasión soviética a Hungría, Checoslovaquia y Afganistán.
La apropiación de Lennon comprende desde la inauguración en el
2000 de una estatua de tamaño natural en La Habana, a veinte años
de su muerte, hasta el amplio programa cultural que se repetirá este año,
acaso con mayor amplitud, y que abarca conciertos, proyección de filmes,
ferias de arte, lanzamiento de libros, venta de camisetas con reflexiones
impresas de Lennon, conferencias encaminadas todas a la exaltación del
autor de Imagine, forzando una aparente visión de conjunción de
ideales políticos y sociales con lo que, de paso, ofrecen una expectativa
de tolerancia y de atractivo turístico foráneo.
Tal relevancia tuvo el año pasado la inauguración del
monumento a Lennon, donde estuvieron presentes muy altos jerarcas del gobierno
de Fidel Castro y también artistas afines al régimen como el
cantautor Silvio Rodríguez, quien al parecer olvidó que él
mismo fue víctima del gobernante que tenía al lado, así
como que fue perseguido, humillado, atacado, marginado, sólo por querer
ganarse el derecho a cantar en la forma que lo hace y a vestir según sus
gustos.
Epoca en que "casi nadie se atrevía a hacerme una entrevista
para la prensa preguntándome por esas canciones mías", según
expuso el mismo Silvio Rodríguez en a la oficialista Bohemia años
después (2 de mayo de 1986) y en la cual, el también hoy supuesto
admirador de Lennon, declaró: "A la poesía de Lennon yo no le
he hecho el menor caso".
The Beatles crearon un estilo nuevo de hacer música que impactó
en Cuba lo mismo que en el resto del mundo, con la diferencia de que aquí
sus fanáticos, por lo general adolescentes y jóvenes, impugnados
de diversionistas ideológicos y agentes del imperialismo, fueron
reprimidos violentamente, incluido golpizas, torturas, vejámenes de todo
tipo, como hacerles ripios la ropa o pelarlos por la fuerza al rape en plena vía
pública.
Hasta cárcel sufrieron los fanáticos de The Beatles en Cuba,
pero ahora a Lennon lo quieren convertir en cómplice del socialismo, y no
dudo que dentro de poco suceda lo mismo con el recientemente fallecido George
Harrison.
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